SEPTIEMBRE 2017

La Juanganormatividad

Los medios han aprovechado el año luctuoso del artista para elevar sus ratings, explica Adiel Martínez, pero sobre todo para reproducir la heteronormatividad, al imponer la idea de que todo hombre debe tener prácticas heterosexuales y continuar la especie.

Hace un año escribí sobre el revuelo que causó en la sociedad mexicana la muerte del compositor e intérprete Juan Gabriel y de cómo su personalidad gay se comenzó a mitificar. Sacando a la luz la peculiar doble moral de la sociedad mexicana y su tendencia a discriminar aquello que se sale de la norma.

Hoy los medios de comunicación mexicanos aprovecharon el primer año luctuoso del artista para nuevamente elevar sus ratings con notas sobre los problemas legales en los que siguen enfrascados los descendientes. Sin embargo, para hacer la nota más atractiva, se sirvieron del recurso de hallar más progenie perdida que ahora reclama ser reconocida por las instituciones y en ese sentido gozar de la cuantiosa herencia.

Con esta significativa cantidad de hijos, tomando en cuenta el hecho innegable de que Juan Gabriel formaba parte de la diversidad sexual, nuevamente se está soterrando la existencia de otras formas de identidad sexual para imponer una sola: la heterosexualidad.

Y es que independientemente de que esta persona haya sucumbido a las exigencias de una cultura homofóbica que le impedía expresar libremente su orientación sexual, en estos tiempos, resulta paradójico servirse del impacto social del personaje para reproducir la heteronormatividad, es decir, para imponer mediante su imagen la idea de que todo hombre debe tener prácticas heterosexuales y continuar la especie.

Aquí sobresale la respuesta de la comunidad de la diversidad sexual, al identificar precisamente la intención heteronormativa de la sociedad mexicana a través del discurso de los medios. Ciertamente el poder de influencia de Juan Gabriel era impresionante. Recordemos que hasta los partidos políticos lo convocaban para que fuera acompañante de sus candidatos y estos tuvieran una mayor penetración en la gente. Pero modificar su imagen pública de homosexual por la de un hombre con hijos por doquier raya en el absurdo.

Así, en estas celebraciones por el primer aniversario de la muerte del Divo de Juárez me sorprendió ver una camiseta estampada con la imagen del artista y debajo la leyenda "Viva la Juanganormatividad". Respuesta irónica de la comunidad gay, pues eran estos quienes la portaban, para manifestar su resistencia a las imposiciones y exigencias de la heteronormatividad.