ABRIL 2017

Cuando llegue al cielo, le voy a contar todo a Dios

Foto: Emma Blancas/MujeresNet

La realidad para un gran porcentaje de niños y niñas en nuestros país y en el mundo es de violencia, abuso, muerte, abandono, pobreza, enfermedad y explotación de todo tipo, tanto en las calles como en sus hogares o escuelas. Las autoras exponen la crudeza que rodea al día en que se celebra a la infancia.

En México algunos niños y niñas esperan con impaciencia y alegría el último día del mes de abril porque saben que en las escuelas los y las festejarán, si tienen la suerte o el privilegio de tener padres y madres en condiciones de mandarlos a un centro educativo que pueda agasajarlos en la celebración de este día. Para otros y otras pasará desapercibido, sufriendo hambre, pobreza, maltrato, vejación o violación a sus derechos, ya sean presas del narcotráfico, del tráfico de órganos, de gente sin escrúpulos, de la trata de personas, del comercio sexual, o viviendo tras las rejas con sus madres en alguna cárcel hasta que cumplan los seis años, sin alternativas que favorezcan su desarrollo feliz en los años decisivos de su corta edad.

¿Cómo olvidar a la pequeña de siete años, que el 22 de diciembre de 2016 su abuela la abandonó en la calle, golpeada, mal herida, enferma y desnutrida? Las huellas de tortura eran notables en su cuerpo. De acuerdo con las investigaciones de la policía, Inés, por llamarla de alguna manera, se encontraba la mayor parte del tiempo amordazada, era golpeada con martillos, tubos y palos por su abuela, quien sólo le daba de comer chiles y la obligaba a hacer sus necesidades fisiológicas en el pequeño espacio donde la tenía cautiva. El informe médico señala que Inés presentaba heridas en las manos, una tumuración en la frente, deformación del cráneo y de sus rodillas por la pocisión en la que siempre la tenía su carcelera. Presentaba un cuadro de anemia, dermatitis y sarna.

Con los pocos datos que pudo dar la menor se inició la búsqueda de la abuela, al llegar a la vivienda que habitaban se encontraron otros tres menores de 5, 8 y 9 años, primos de la niña. Es inaudita la saña con que la abuela la torturaba, ni todos los años de cárcel podrían equiparar el daño provocado. A Inés se le practicarían varias cirugías reconstructivas y un tratamiento médico a largo tiempo para sanar todo lo que su pequeño cuerpo y mente soportó en manos de su desalmada abuela.

Por otra parte, a la clase de la maestra Lulú, un día llegó un niño con marcas en la boca, los brazos y los pies, le faltaba pelo como si se lo hubieran arrancado con algo. Le dijo: "¡Mire maestra lo que me hizo mi papá. Me amarró con cinta canela y luego me la arrancó!". La maestra sólo atinó a decir: ¡Qué barbaridad! ¿Por qué te hizo eso? Le contestó: "Porque estaba jugando y no me callaba". Mandó llamar al padre del alumno, éste nunca fue, al contrario, el niño le comentó que le dijo que si seguía de metiche la iba a mandar en cachitos a su familia. La docente se quedó callada por miedo, porque en esa zona donde vive pasan muchas cosas. El caso de Lulú, no es el único, en los años que tiene dedicada a la enseñanza ha vivido cosas peores o semejantes con los niños y las niñas. "Antes se podía hacer algo, ahora nos amenazan", comentó la profesora.

Se asumen mujeres, pero son niñas, las ves paradas en diferentes calles de la Ciudad de México, en Sullivan, atrás de la delegación Cuauhtémoc, en La Merced, por sólo mencionar algunos lugares; unas tienen cara y cuerpo de niñas. No platican con nadie, porque si lo hicieran las golpearían, las maltratarían y si tratan de huir las podrían hasta matar. Allí están día tras día; paradas con sus falda cortas, con sus tacones altos, con su rostro maquillado en exceso, salen y entran de hoteles aledaños a cada rato, nadie las protege, nadie las cuida, nadie las ve, como si no existieran, tienen que hacer sus 20 o 30 servicios diarios, para darles su cuota a los proxenetas que las tienen secuestradas. Las autoridades coludidas con sus captores, no hacen nada, o hacen como si no sucediera nada. Son niñas, adolescentes, mujeres que en algún lugar las están buscando. No sólo en la Ciudad de México, en todo el país pasa lo mismo. Niñas encontradas muertas en algún lugar baldío, con huellas de tortura, violadas y desaparecidas. Niños que son presa fácil del mercado sexual sin importar la zona del país. México se ha convertido en enemigo de la niñez y la juventud.

Un 30 de abril muchos niños y niñas, no festejarán. Desnutridos/as, explotados/as abandonados/as, esclavizados/as, robados/as, golpeados/as, prostituidos/as, expulsados/as a la calle por sus padrastros, por sus padres y madres o algún familiar quienes los deben de proteger, pero no lo hacen, se vuelven presa fácil de la degradación social y parte de la misma.

Pero no sólo en México, en el mundo la niñez vive violencia, pobreza, en lugares en conflicto son los y las más afectados/as. Violaciones, abusos, mutilaciones genitales, trabajo forzoso, maltrato y reclutamiento."Actulamente millones que conforman el colectivo más vulnerable de la faz de la tierra viven con miedo".[1] El Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas (UNICEF) en su informe Niños en peligro: actúa para poner fin a la violencia contra los niños, da a conocer cifras en torno a la violencia infantil:

Cada tres segundos una niña es obligada a casarse, uno de cada tres niños en el mundo sufre de acoso escolar. "La violencia infantil ha llegado a extremos nunca antes vistos, en los cuales el asesinato es sólo la punta del iceberg. En 58 países más de la mitad de los pequeños son disciplinados mediante violencia en sus casas o en las escuelas, y en países como Tanzania, Kenia o Zimbabue 1 de cada 3 niñas y 1 de cada 6 niños han sufrido alguna forma de abuso sexual. Entretanto en países más desarrollados como Estados Unidos, casi un 25 por ciento de las adolescentes y un 10 por ciento de los chicos ha sufrido algún tipo de incidente sexual, abuso, robo o asalto". [2]

En México entre 55 y 62 por ciento de los niños han sufrido algún tipo de violencia en su vida, siete de cada diez jóvenes viven o han vivido violencia en el noviazgo. 10.1 por ciento de estudiantes de Secundaria han padecido algún tipo de agresión física en la escuela. De 2006 a 2010 en nuestro país fallecieron a causa del crimen organizado 913 niñas y niños menores de 18 años. La Organización de las Naciones Unidas (ONU), asegura que en el mundo existen 275 millones de niños maltratados con golpes, insultos, humillaciones y abandonados. [3]

Cada cinco minutos muere un niño o niña a causa de la violencia. Sólo hay que ver las noticias para darse cuenta que el padrastro, padre, madre, madrastra o algun miembro de la familia golpeó o mató al menor o la menor, por cualquier incidente tan simple, como haberse orinado en la cama, o llorar por hambre en la noche. Niños o niñas a merced de la delincuencia, del abuso infantil y de la trata. Matrimonios absurdos entre hombres mayores y niñas que no rebasan los 12 años de edad. En el mundo la cifra de menores casadas asciende a 14 millones, lo que implica que 39 mil niñas se casan a diario. El 98 por ciento de las mujeres somalíes han sufrido mutiliación genital. Actualmente, esta práctica se lleva a cabo en 29 países y ya ha sido realizada aproximadamente a 140 millones de niñas. Este método además de ser cruel pone en peligro la vida de las niñas por infecciones o pérdidas de sangre. [4]

El conflicto en Siria ha cobrado la vida de más de 16 mil niños y niñas, más las que se han sumado en estas últimas fechas por las bombas químicas lanzadas sobre la población y los misiles que hizo estallar Donald Trump.

Rompe el corazón de quienes ven el video del niño llorando y preguntándole a la persona que lo atiende: "¿Voy a morir, señorita, voy a morir?". Ella le reponde: "No, no te preocupes". Mientras atendían a este niño, junto con otros, el hospital fue bombardeado. Era el único que quedaba para atender a los niños en esa zona.[5] Historias son muchas, que ahora con las redes sociales podemos conocer, como la del otro niño sirio que nos dejó sin aliento: "Cuando muera le contaré todo a Dios".[6] Ojalá le haya contado y que este sufrimiento de la población más desvalida llegue a su fin.

Las peleas por tener el control de Siria continúan afectando a las personas más vulnerables. Muchas huyen y en el camino también encuentran sufrimiento, hambre, frío y violencia. El 4 de abril, mientras la población siria de Jan Sheijun, dormía dejaron caer gas sarin, más de cien personas murieron y unas 400 quedaron heridas; Estados Unidos y la Unión Europea (UE) responsabilizan al gobierno de Bashar al Assad. El gas les provocó asfixia, vómito, convulsiones y hemorragias nasales, la mayoría de los afectados son mujeres y niños/as. Imágenes aterradoras de una gran tragedia sin freno.

El maltrato infantil, deja graves secuelas físicas y mentales en los pequeños y pequeñas. Es un problema mundial, las cifras no muestran la gravedad del problema, porque hay un gran porcentaje incuantificable, que se queda en el anonimato.

En los países en guerra y entre los refugiados, las niñas son especialemnte vulnerables a la violencia, la explotación y abusos sexuales, son botín de todos: los combatientes, las fuerzas de seguridad, miembros de su comunidad, trabajadores de la asistencia humanitaria y otros. [7]

Los niños y las niñas de México y del mundo merecen un futuro sin violencia, sin hambre, sin sufrimiento. Tienen derecho a ser protegidos, como lo marcan las convenciones, tratados y leyes internacionales. Qué amor puede emanar de niños y niñas que conviven con la muerte, mirando al cielo para denunciar las atrocidades a Dios porque en la Tierra no hay poder humano que los proteja.

Fuentes:
[1] http://noticias.universia.es/actualidad/noticia/2014/10/22/1113605/unicef-violencia-infantil-cifras.html
[2] http://noticias.universia.es/actualidad/noticia/2014/10/22/1113605/unicef-violencia-infantil-cifras.html
[3] https://www.forbes.com.mx/violencia-infantil-la-otra-cara-de-mexico/#gs.XB5cvk4
[4] Cifras y datos de UNICEF
[5] https://www.youtube.com/watch?v=dz8t1OcIFnw
[6] https://www.youtube.com/watch?v=EY1Ig_eptsQ
[7] http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs150/es/