DICIEMBRE 2016

Violencia contra mujeres periodistas se vincula con su vida personal, no con su trabajo: informe CIMAC

Foto: Emma Blancas/MujeresNet

De los 147 casos, el 80% de las periodistas carecían de respaldo por parte de las empresas para las que laboraban al momento de la agresión. El 54.4% de los agresores fueron servidores públicos, que a su vez tenían seguridad privada para su protección, con 16.3% de los casos documentados.

Ciudad de México /MujeresNet.- Existe un triple ataque: por ser mujer, periodista y activista. Estamos invisibles y opacas cuando se es activista porque "andábamos teniendo banderas", "no tenemos rigor (periodístico)", "¿pues qué esperabas?", afirmó Gloria Muñoz Ramírez, directora y fundadora del portal Desinformémonos, durante la presentación del informe "El poder del cacicazgo. Violencia contra mujeres periodistas 2014-2015", presentado por la agencia Comunicación e Información de la Mujer (CIMAC) el 15 de noviembre de 2016 en el Museo Memoria y Tolerancia.

En opinión de la periodista, ser defensora y periodista no son cosas diferentes, ya que los lectores tienen que saber a quién leen y desde dónde envía la información la periodista. La objetividad no se pierde, sin embargo, consideró que las agresiones deben enmarcarse en el contexto nacional o internacional porque en la actualidad el abanico de responsables se ha ampliado, sin embargo, dijo que las mujeres más afectadas son las del periodismo crítico e independiente.

Dicho informe documenta 147 casos de ataques a mujeres periodistas de 2014 a 2015, periodo en el que aumentó la violencia en 70%, siendo Veracruz, la Ciudad de México, Guerrero, Oaxaca y Morelos las entidades más peligrosas para ejercer el periodismo.

A esta presentación también acudió la periodista Maite Azuela Gómez, quien sufrió amenazas en 2015; denunció que durante la investigación siempre se le cuestionó sobre su vida personal y no acerca de su trabajo periodístico. Ante la falta de nombres de los responsables del ataque, la analista política cuenta que decidió documentar su caso y exponerlo al escrutinio público. Además, la periodista señaló una falta de abogadas/os especializados en la defensa de las y los periodistas.

Reconoció que lo más difícil para ella fue ser separada de los medios en los que trabajaba (el periódico El Universal y Foro TV) tiempo después de ser amenazada. "Me costó recuperarme de que me corrieran cuando más vulnerable estaba. Eran espacios que daban sentido a mi vida. A los medios los ponen entre la espada y la pared por la propaganda gubernamental", aseguró.

Al respecto, "El poder del cacicazgo" informa que el 80% de las periodistas carecían de respaldo por parte de las empresas para las que laboraban al momento de la agresión. Y que la mayoría de ellas cubría la fuente política y/o daba seguimiento a movimientos sociales; así el 54.4% de los casos fueron servidores públicos los agresores, que a su vez tenían seguridad privada para su protección, con 16.3% de los casos documentados.

Sobre las agresiones, el informe detalla que tienen especificidades: los agresores se meten en espacios íntimos de la víctima como manosear la ropa interior de la periodista, como el caso de Gloria Muñoz; usar el baño de ellas o enviar mensajes misóginos o con alusiones sexuales.

Además cada que una periodista es amenazada tiene que preocuparse por la seguridad de su familia, situación que no ocurre con los colegas hombres porque aún prevalece el estereotipo de que son las encargadas del cuidado de las y los hijos, y después de la profesión. Hay un gran reto para entender lo que es periodismo y género, aseguró Lucía Lagunes Huerta, directora de CIMAC.

Afirmó que ha sido difícil convencer al mecanismo de protección a periodistas de que los ataques a las mujeres tienen que ver con su labor periodística. "Dudan de que tu trabajo sea importante para recibir una agresión, en cambio a los hombres no se lo cuestionan". Sin embargo, Lagunes Huerta destacó que se ha demostrado que se pueden hacer medios independientes, que además dieron voz a mujeres comunicadoras agredidas y que se obligó a organismos machistas a incorporar a las mujeres en sus informes sobre agresiones contra periodistas.

Fabiola González Barrera, responsable de esta investigación de CIMAC, habló sobre las exigencias para la protección de las periodistas que tienen como primer responsable al Estado mexicano (fiscalías de investigación y comisiones de derechos humanos) para cumplir la recomendación 25 del Comité de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) y que este incluya un enfoque de género.

En cuanto a los organismo encargados de la protección de periodistas se exige que se incluya la perspectiva de género en todo el proceso de acceso a la justicia, la reparación del daño y la protección. Garantizar la formación del personal en Derechos Humanos y Perspectiva de Género, así como desagregar estadísticas por sexo que permitan identificar patrones de agresión. Además de garantizar la no repetición de la violencia y reconocer públicamente su labor y transparentar el acceso y aplicación de los recursos destinados a la protección de periodistas.

Lydia Cacho Ribeiro, moderadora en esta presentación, coincidió con sus colegas y reconoció los logros alcanzados a pesar de que las estructuras patriarcales hacen inalcanzable el acceso a la justicia por parte de las mujeres periodistas. Y recomendó la lectura del informe "El Poder del Cacicazgo. Violencia contra mujeres periodistas 2014-2015", que puede consultarse en: http://www.cimacnoticias.com.mx/sites/default/files/CIMAC_INFORME_FINAL_Web.pdf .