OCTUBRE-NOVIEMBRE 2016

Visibilizar el silencio: ejercicio pedagógico sobre el feminicidio

Layla Sánchez Kuri reseña el contenido de este trabajo colectivo y autogestivo que aborda desde diversas vertientes, disciplinas y teorías el problema del feminicidio en Latinoamérica.

El feminicidio, esa horrible costumbre de asesinar mujeres por serlo, se ha convertido en una pandemia explicada como una construcción cultural que emana de la educación y las estructuras sociales sexualizadas determinantes de la función que hombres y mujeres debemos cumplir en la sociedad.

Desde la academia se ha propuesto una educación incluyente para desconstruir estas ideas ancladas desde la raíz cultural, visibles a través de las conductas sociales establecidas por medio de roles sexuales.

Maltratar, herir, humillar a una mujer ha sido una constante a lo largo de los siglos. Excluirla de la vida pública y decidir en su nombre, son condiciones reguladas desde la antigüedad.

A partir del trabajo realizado por el grupo de la asignatura Temas selectos sobre sociedad en América Latina impartido por la maestra Sandra Escutia en la carrera de Estudios Latinoamericanos de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, surge el texto titulado: Visibilizar el silencio. Ensayos sobre el feminicidio en Nuestra América editado por Los Nadie.

En 235 páginas, se pueden leer diferentes ensayos trabajados durante un semestre escolar en los cuales se aborda el problema del feminicidio desde diferentes vertientes.

Sandra Escutia Díaz, titular del seminario, quien junto a Lucía Gutiérrez Flores y Moisés Saucedo Miranda coordinaron la publicación, explica en la introducción de la obra que "trabajar sobre el feminicidio en Latinoamérica no fue fácil porque implicó trabajar desde muchos ángulos: lo teórico abarcó desde la filosofía, la antropología, la sociología, el periodismo, así como antropología forense y psicología forense; incluso distintos niveles de jurisprudencia, normatividad y convenciones internacionales, regionales y nacionales".

Metodológicamente se trabajó con diez de los catorce países donde hay más casos registrados de feminicidios, y el resultado se expresa a partir de una estructura temática en torno a este fenómeno.

El primer subtema aborda las artes y los medios de comunicación. Ahí Carolina Brünen e Ilse Aidé Franco García se abocan a reflexionar sobre la intervención del performace como detonador de consciencia para visibilizar al feminicidio como un tipo de crimen causado por el machismo y la misoginia imperantes en las sociedades latinoamericanas.

Dentro del mismo apartado, Dulce Zitlali Cruz Villalba desmenuza el tratamiento mediático del feminicidio, y el discurso tratado por la nota roja lo cuestiona Norma Aracely Manuel Dueñas.

El segundo subtema es más abierto al tratar de definir las violencias hacia las mujeres. Siempre se habla en singular, a pesar que existen multifactores y multiplicidad de formas de manifestarse sobre este fenómeno social, que por sus alcances y extensión regional, se considera una enfermedad sociocultural, donde el odio a las mujeres es un detonador fundamental. Por eso se usa el concepto en plural.

La cultura de la violencia, los roles sexuales, el silencio ante la atrocidad y las diferencias genéricas son algunas causales para comprender por qué el femincidio azota a la región latinoamericana tan fuertemente. Se afirma que los asesinatos de mujeres transexuales también son feminicidios y se presenta una propuesta analítica innovadora al leer al feminicidio como una forma pedagógica de las relaciones hombre-mujer.

Los textos son de Karina Palillero Galindo, Luis Enrique Córdova Bernal, Martha Alicia González Fernández, Ixchel Uribe Alcántara, José Daniel Pineda Salgado y Omar Escutia Girón.

Y finalmente, el tercer subtema: Ciudad Juárez, el principio de la negación. Los trabajos de investigación estuvieron a cargo de María Sandra Fajardo Rojas con el caso del campo algodonero, conocido mundialmente por la resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos donde establece que el estado mexicano es responsable de los crímenes ahí cometidos.

Por su parte, Julia Aleksandra Martucci Kumpera recuerda que en este tipo de asesinatos se pueden leer muchos aspectos clave, pero de lo que no hay duda es que los cuerpos de las mujeres asesinadas en Juárez son desechables y que el fenómeno era invisible hasta que a alguien se le ocurrió decir que ya eran muchos y denunciar.

El feminicidio es un fenómeno complejo que atañe a toda la sociedad en su conjunto y que por desgracia, ha repuntado en los últimos años.

Por eso me parece importante este ejercicio pedagógico donde estudiantes de nivel superior investigan, discuten y analizan a fin de provocar un cambio respecto a su visión de la vida y la muerte de las mujeres en estas circunstancias. Una herramienta didáctica para pensar desde su propio cuerpo y su propia vida, para después compartir esas reflexiones en un libro impreso de manera autogestiva, como un impulso a la profesionalización de quienes en un futuro muy cercano, tendrán la posibilidad de tomar decisiones sobre este y otros temas que aquejan a la sociedad. ¡Felicidades por el esfuerzo! ¡Gracias por compartirlo!

 

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