JUNIO 2016

El Meta Coaching como herramienta para empoderar a las mujeres: 'Mar' Barragán

Foto: Emma Blancas/MujeresNet

La cartonista, diseñadora gráfica y pintora habla en entrevista sobre su trabajo como meta coach, una herramienta que busca el empoderamiento de las mujeres.

"Yo a la gente no le digo qué tiene que hacer ni cómo debe de vivir su vida, simplemente les doy las herramientas, les abro nuevas puertas en su mente y ellas solas deciden. La gente tiene un potencial increíble", afirmó Martha Barragán Méndez "Mar", conocida por ser monera feminista, diseñadora gráfica, pintora y también meta coach, quien fue entrevistada por MujeresNet para conocer esta faceta profesional en la que realiza conferencias y talleres dirigidos al empoderamiento y realización de las personas, pero principalmente de las mujeres.

A lo largo de muchos años "Mar" Barragán ha ilustrado las violencias que viven las mujeres, convirtiéndose así en una activista desde la caricatura. Sin embargo, ha buscado otras formas de continuar transformando la realidad, por ello se ha preparado en el Meta Coaching y cuenta con las certificaciones de la escuela de Neuro Semántica del doctor Michael Hall, creador de este sistema de coaching, que la han llevado a trabajar con organizaciones como ONU Mujeres, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, Article 19, entre otras.

MujeresNet (MN): ¿Cuál fue tu motivación para dedicarte no nada más a la caricatura, sino al Meta Coaching?

Martha Barragán (MB): Dedicarme al coaching fue como una necesidad porque como activista el trabajo principal es señalar lo que está mal, pero después me di cuenta que llevamos muchos años quejándonos, denunciando y entonces quería entender qué hay que hacer y con mis caricaturas sobre todo en las redes sociales me empezó a pasar algo curioso: las mujeres me llamaban en dos sentidos, uno es que me decían: oye, ¿qué hago?, tengo esta situación de violencia o algo que les pasaba y tenía idea pero no la especialidad, y otra es que varias veces me escribieron y algunas mujeres me decían: gracias a que sigo tu trabajo ha cambiado mi vida. Son palabras muy generosas que son en realidad ellas quienes deciden hacer los cambios pero aún así hay una responsabilidad intrínseca. Siempre he sido responsable con lo que escribo y digo pero cuando hablaba de temas de transformación de las mujeres, había un mundo un poco desconocido y entonces decidí no seguir así. Después me encontré con que tenía la facilidad para el coaching, además me encantó poder trabajar en ello y me preparé desde hace muchos años en diversas especialidades. Es una carrera muy viva porque te tienes que estar actualizando y está también basada en la vanguardia de los avances médicos de la neurociencia y a mí me encanta tener más dominio de todo eso, que me ha permitido diseñar programas específicos de intervención con las mujeres.

MN: ¿Cómo insertas la perspectiva de género en tus conferencias sin que de pronto los hombres se sientan atacados por la idea errada del dominio de las mujeres sobre los hombres?

MB: Primero lo hago viviéndolo, siempre me refiero a "ellas y ellos", les aclaro por qué uso ese lenguaje, cuando es necesario según mi contexto o lo que esté hablando les hablo de cifras, a mí me gusta mucho hacer consciencia con evidencia. Cuando les hablo de nombrar a las mujeres, les explico lo importante que es hablar de ellas. Cuando hago ejercicios lúdicos no hago roles de género. Si hablo de creencias, de las primeras que empiezo a desmitificar son todas las de género, a veces ni siquiera les aviso, es un trabajo intrínseco y si hablamos de creencias de género, les explico cuáles son las que no nos funcionan como mujeres, las invito a que ellas mismas hagan la reflexión, eso es otra clave en mi trabajo: yo a la gente no le digo qué tiene que hacer ni cómo debe de vivir su vida, simplemente les doy las herramientas, les muestro el abanico de posibilidades, les abro nuevas puertas en su mente y ellas solas deciden. Eso es lo que hago y por eso me apasiona porque es apoyar a que las personas hagan emerger lo mejor de sí mismas. No soy una sanadora, soy una persona que busca despertar el mayor potencial de las personas.

MN: Para hacer estos talleres, ¿en qué te basas para hacer precisamente esos talleres de violencia hacia las mujeres o el bullying y no otros temas?

MB: Como a mí lo que me llevó a hacerme coach fue el activismo, lo que atiendo son las necesidades emergentes de la sociedad, por ejemplo, atiendo a las mujeres porque, es delicado lo que voy a decir, es fuerte pero real, las mujeres permitimos la violencia, no somos culpables pero por equis razón la permitimos. Una mujer empoderada ni por asomo deja que un hombre le pegue, ni le hable o la vea feo. Entonces ese tipo de mujeres necesitamos. ¿Qué pasaría con eso? Que la comunidad masculina se vería obligada a evolucionar para seguirse relacionando con el género femenino, pero mientras las mujeres sigan siendo permisivas de esa violencia por falta de herramientas internas, la violencia sigue. Mi manera de aportar al bajar esas cifras de violencia es el empoderamiento de las mujeres. Tienen liderazgos escondidos y lo que se busca es que emerjan para un equilibrio. Mi objetivo jamás será poner a las mujeres por encima de los hombres, sino buscar la armonía en la humanidad y la forma de hacerlo es trabajar con ellas. Se busca desarticular al patriarcado para que todas las personas tengamos relaciones más sanas.

MN: Tienes un taller sobre la sororidad, ¿cómo trabajas con grupos de mujeres y logras ese objetivo?

MB: Primero es una conferencia para hacernos conscientes de cómo nos afecta el no estar unidas, qué sí y qué no es la sororidad. Y el taller derriba las creencias que tenemos sobre el mundo de las mujeres que nos han querido meter y que hay que desmontar. Es revisarlas y mirar cómo lo viven sus familias porque es aprendido y aprendemos cuáles son los roles en ella y no sólo involucra a padres o madres sino a abuelos, abuelas, tíos/as , primos/as, etcétera . Y a partir de esa revisión decidir qué se quieren hacer con esas creencias, cómo las vas a reencuadrar.

Otra área es la autoaceptación, una mujer que se acepta a sí misma plenamente no envidia nada de la otra, ocupa su propio lugar en el mundo. No necesita tumbar a otra. Una pelea absurda pero es la que más se da. Una mujer que se respeta no entra en esos juegos del poder sobre otra mujer, no hay que competir por un hombre jamás porque no son un premio. Nadie es un premio. Si logramos que sororidad sea la cultura que permee nuestra sociedad, sucede algo interesante: ¿te imaginas que una mujer que le diga "no" a un hombre agresivo y va con la otra y le dice no y no sólo por desinterés sino por sororidad y por autoprotección? ¿Qué tiene que hacer el otro para relacionarse? Se tendría que ver obligado a modificar sus comportamientos para convivir con ellas porque todas le están diciendo que no. Pero ¿qué pasa? Ahora hay mujeres inmersas en esa cultura de competencia y de creer que el hombre es un premio, cosas que nos separan y lo que necesitamos es hacer comunidad, cuidarnos como grupo, los hombres lo hacen y no les cuesta nada de trabajo. Las mujeres tendremos que aprender a ser camaradas entre mujeres. Ser sororaria es pensar como grupo.

MN: ¿Has tenido alguna experiencia que te haya hecho catarsis como persona y como profesional?

MB: Otra cualidad que tiene mi trabajo es que es necesario que el coach sea neto, no se puede fingir. Una experiencia que me partió el alma es que en una comunidad en Oaxaca les hablé del violentómetro. Las mujeres salieron en el rango de peligro. Al principio no lo querían aceptar, una debe conocer los mecanismos con los que el cerebro se defiende en el colectivo. Una mujer que es agredida no lo quiere decir porque es como una vergüenza, que también es una herida y no quiere aceptar que está lastimada por dentro y generacionalmente. Cuando hablamos del violentómetro y se avienta una valiente, le digo: muy bien, la primera parte es saber que estás siendo lastimada y yo hago empatía con ellas, alzo la mano también, quizá no en el grado de ellas pero sí me ha sucedido y alzaron la mano todas y yo no pude más que conmoverme, no puedo ser indiferente a ver tanto dolor, no puedo estar sin hacer nada, por lo menos decirles que hay otro camino, que está bien que les duela, que hay muchas mujeres así, pero que hay formas de salir de eso. Este trabajo es de mucha fuerza interna, de consciencia, empatía, sensibilidad porque ellas confían en lo que digo y cada palabra es cuidada porque las puede una revictimizar, lastimarlas y no es necesario. Eso es uno de los elementos valiosos de la Programación Neuro Lingüística (PNL): busca atender el camino y no estar reviviendo, pero hay mujeres que necesitan otros procesos terapéuticos y psiquiátricos. Un taller hace una primera intervención y lo digo porque somos proceso, ojalá con un taller cambiara todo pero no.

MN: ¿Qué temáticas abordarás en el futuro en el Meta Coaching?

MB: Estoy enfocada en varios: un taller para hombres impartido por mujeres, porque quiero que ellos se sientan cómodos trabajando con nosotras. Muchos hombres que he trabajado en sesión sufren tanto como nosotras la violencia, me han dicho que cómo puedo decir eso pero sí sufren. Nadie la pasa bien con la violencia. El otro es el "Coaching con humor" que rompe paradigmas y es dado por una mujer, porque esperan que no tenga humor y mi conferencia "Nacidas para ganar en México" lo tiene. El tercero es una cruzada por la lectura. Estamos presentando en las escuelas un cuento que escribió una amiga mía y junto con la presentación doy una charla sobre la importancia de los límites en las escuelas y les ha encantado. Notamos que también debemos decirles a los padres y madres la importancia de leer. También quiero generar pensamiento crítico en México y quizá pronto lance una conferencia de la importancia de preguntar y a ver si la hago para las mujeres: "Vuélvete preguntona". Y es que si vuelcas toda tu vida en preguntas, te va a cambiar.

MN: Un mensaje para las personas que lleguen a leer la entrevista o que se interesen por el Meta Coaching y la perspectiva de género.

MB: El Meta Coaching no es para las personas que están mal, es para las personas que quieren estar mejor. No importa el punto donde te encuentres, si quieres estar mejor y no logras el camino, puedo apoyarte a buscar el porqué no lo estás haciendo, lo desbloqueas y vámonos a lograr ese objetivo y detrás de ese hay más. Si está mal tu relación y quieres estar mejor, busca el apoyo del coaching. A tu vida le tiene que estar pasando algo muy bueno o algo que le decimos "malo", pero es la vida que te está invitando a que te muevas de ahí. Son procesos totalmente amorosos, yo no maltrato a personas. Lo que busco es que encuentren lo mejor de sí mismas y de la mejor manera.

Humor y coaching

 Sobre la caricatura y el Meta Coaching, "Mar" Barragán cuenta que algunas veces sus experiencias las plasma en sus caricaturas, otras es al revés. Sin embargo, el humor no se queda únicamente en el papel o las plataformas digitales, sino que busca llevarlos a sus talleres, hacerlos lúdicos, por ejemplo en "¿Eres una reina y no tienes corona?" asegura que no es propiamente un taller sino un juego donde se burla de las creencias: "La mejor manera de ridiculizar nuestras más arraigadas creencias o viejos paradigmas es riéndonos o jugando con ellos y es ahí donde entra nuestra parte niña que es el subconsciente. Mis talleres son lúdicos o son un juego o son humor. Y estoy por lanzar todo un entrenamiento de coaching con humor, que sería novedoso. Es diferente de la risaterapia, tiene algo de eso, pero vamos a darle otro uso al lenguaje, un reencuadre a todas nuestras historias de vida, a aquello que nos duele pero desde el humor, lo cual funciona perfectamente. Al final en todos mis talleres también busco que se haga comunidad, quiero dejar grupos autónomos, sobreviviendo y dándose contención", afirma.

Algunos de los talleres que imparte "Mar" Barragán son "Tu poder personal", "Mi reino, mis sueños", "La protagonista", "Amada" y " ¿Eres una reina y no tienes corona?", que tienen por objetivo el desarrollo integral de las mujeres. Pero también se dirige a las y los jóvenes con el taller "Ligas mayores. Si vas a ligar, ¡hazlo bien!", pues asegura que la juventud no necesita prohibiciones en el tema de la sexualidad, sino herramientas internas para que elijan asertivamente de acuerdo con los valores de cada uno/a: "Finalmente ellos/as van a decidir porque la cultura es avasalladora en cualquier lugar. Decirles que sean abstinentes es una estupidez".

"Los niños necesitan herramientas diferentes a las de las niñas, a ellas es más de empoderamiento y a ellos es más de entender cuál es su papel como hombres en la humanidad. Lo que tenemos que aprender en México es el proceso de las relaciones, cómo son. Si estuviera en mis manos, lo que yo haría es dejar de buscar todas las formas de erradicar la violencia y empezaría a buscar todas las formas de relacionarnos sanamente. Es una búsqueda diferente porque buscar erradicar la violencia nos pone como enemigos y lo segundo nos obliga o enseña o invita a aprender a relacionarnos", aseguró la activista.

Además imparte las conferencias "Nacidas para ganar", "Sororidad. La fuerza de estar unidas", "Identificando la violencia", "¿Qué te crees?", " ¿Qué fue primero el humor o el amor?" y "Ser inbullyeable", este último es dirigido no sólo a las y los alumnos, sino también a docentes, así como a padres y madres de familia.

Sobre los precios de sus servicios, "Mar" Barragán hace estudios socieconómicos para quien se interese, pero afirma que le gusta trabajar más con grupos porque además de que genera redes y contención entre las personas asistentes, el costo del taller baja y tienen la posibilidad de tener una pequeña sesión individual al final de cada sesión del taller.

Para más información sobre sus servicios se pueden consultar las páginas de Facebook "Mar de Ideas" o "Mar Barragán", o llamar a los teléfonos: 5590-5059 y 5548-057101.