MAYO 2016

Radiografía violeta de la violencia contra la mujer

Layla Sánchez Kuri habla sobre la marcha de mujeres más importante de los últimos años en México realizada el 24 de abril, como una respuesta a la violencia sistémica que se da por un Estado omiso y negligente. Subraya que ante la impunidad constante, no deben de olvidarse todos los feminicidios y casos de violencia contra las mujeres.

El 24 de abril del 2016, los contingentes se congregaban en la Plaza de la República para esperar la llegada de las compañeras que salieron desde Ecatepec, Estado de México, para unir nuestras voces en una sola contra todas las formas de violencia machistas.

El color violeta imperaba en las blusas y camisetas de las asistentes. Una voz por el micrófono organizaba la salida hacia la Victoria Alada. "Contingentes con hombres deben ir en la parte de atrás", decía. Nunca falta el que no quiere escuchar ni acatar los acuerdos.

Fotos y nombres de víctimas de feminicidio, de violación, de acoso y hostigamiento. Ahí estábamos las feministas, las antecesoras, nosotras y las jóvenes, pero también muchas mujeres que no se asumen como feministas. Codo con codo, compartiendo historias, tomando la calle para protestar, para levantar la voz y decir ¡ya basta!, ni una más, vivas nos queremos.

Mucha asistencia. La prensa nacional e internacional reportó desde el primer momento. La marcha de mujeres más importante de los últimos años en México. La información corrió rápido por todo el orbe. Si de algo podemos tener certeza, es de la proyección de este acto. El mismo día, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Internacionales, dio su último reporte con las conclusiones de la investigación sobre la desaparición de los 43 estudiantes de la normal de Ayotzinapa. México en la mira del mundo.

Dos hechos que se unieron en un problema común de fondo: la violencia en México es sistemática, es brutal. En México vimos lo que no habíamos visto antes en ningún lugar, afirmó el GIEI, refiriéndose a los obstáculos interpuestos por el gobierno mexicano para la realización de la investigación. No, no es coincidencia que lo mismo digan las familias de mujeres asesinadas o desaparecidas. El sistema judicial opera bajo las mismas reglas de la omisión y la negligencia.

Uno de los relatos que llegaron a mí pocos días antes de la marcha, lo constatan.

Desde el muro de la memoria, Mariana Lima Buendía, ¡no se olvida!

Además de la denuncia y visibilización de un sistema donde parece estar permitido asesinar mujeres y violentarnos en todos los ámbitos, esta marcha debe ser un estandarte contra el olvido.

La señora Irinea Buendía, madre de Mariana, habla:

"El Estado de México tiene el primer lugar en feminicidios, diez veces más que en Ciudad Juárez; es una situación de extrema violencia que las mujeres vivimos. Asesinatos que van en aumento por el mensaje que las autoridades les mandan, que cualquier hombre puede asesinar a una mujer y no pasa nada, porque a pesar de que nos invitan a denunciar, finalmente esas denuncias no son tomadas en cuenta y no pasa nada".

Mariana Lima Buendía fue asesinada el 28 de junio de 2010 y el principal sospechoso de su muerte es su esposo, policía judicial de Chimalhuacán. El lugar del crimen fue alterado para hacer creer que Mariana se había suicidado, al amarrarle un cordón al cuello. Con la declaración del inculpado que argumentó suicidio de su esposa, se cerró el caso.

En marzo de 2015, la Suprema Corte de Justicia emitió una sentencia para reabrir el caso por considerar que hubo irregularidades en la investigación, pues no se aplicaron los protocolos con perspectiva de género como lo marca la ley, sin embargo, la omisión y las complicidades entre autoridades con el inculpado, no han permitido avanzar para declarar la culpabilidad de Julio César Hernández Ballinas, quien se encuentra libre.

Irinea Buendía tiene la certeza de que Hernández Ballinas es el feminicida porque Mariana vivía un contexto de violencia con él:

"Sí hubo mucha violencia, desde que mi hija se casó con Julio César Hernández Ballinas, policía judicial del Estado de México, a la tercer semana se termina la luna de miel, a la tercer semana le pone su primer golpiza y recarga un bat en la pared de la cocina y le dice que con ese, después de que la golpeó, con ese nada más le va a dar uno en la cabeza y que la va a meter a la cisterna porque ahí ya tiene a dos o tres viejas porque no aprendieron a tratarlo como él se merecía y que ni siquiera se le ocurriera ir a denunciarlo porque él como es policía judicial, nadie le va a hacer absolutamente nada".

El caso de Mariana Lima Buendía no debe olvidarse. Su madre sigue en el sinuoso camino de obligar al sistema judicial a cumplir con su trabajo y encarcelar al culpable.

La impunidad es la constante en la falta de seriedad de las autoridades para investigar cuando una mujer es violentada, amenazada y/ o asesinada.

Mariana es el emblema de la lucha de muchas otras mujeres, que al igual que ella, vivieron ambientes de violencia generados por sus parejas o exparejas.

In Memorian.

Muchas hermanas, primas, madres, hijas de mujeres asesinadas en feminicidio, se dieron cita ese 24 de abril para denunciar, pero también para buscar el acompañamiento y sentir que no están solas en este camino de dolor.

En Facebook y en varias plataformas virtuales, se leían historias terribles, casos que nos convocaron cada vez con más convicción a asistir, a formar parte de esa ola violeta, como la historia contada por Lilia:

"Hoy salgo a las calles a protestar, a gritar: ¡Justicia! Pues a casi dos meses del cruento asesinato de mi hermana, María Belem Silva Sánchez, a manos de su esposo, Eduardo Jiménez (policía municipal de Cuautitlán), y orquestado por su madre, Agustina Jiménez, que es empleada del municipio de Cuatitlán de Romero Rubio (ahora Cuautitlán México), azuzaba con su misoginia a su hoy prófugo hijo. Protegida de la administración priísta actual. Hoy elijo la denuncia por este medio, estimulada por la convocatoria a expresar que: ¡Vivas nos queremos!"

Colofón

Mientras acomodaba las ideas y planeaba el camino de este texto, apareció en el Facebook la foto de una joven nayarita con el siguiente mensaje: Soy Adriana Molina Vázquez, el pasado domimgo 01 de mayo en Tepic, Nay, mi expareja, el agente policiaco Pedro Cervantes García, me golpeó brutalmente hasta ocasionarme muerte cerebral. #JusticiaParaAdriana #NiUnaMenos.