MARZO 2016

¡Vivas desaparecieron, vivas las queremos!

Foto: Brenda Ayala/MujeresNet

María Esther Espinosa Calderón y Socorro Martínez Cervantes escriben sobre las desapariciones de personas en diferentes partes del país, que de acuerdo con cifras suman 7 mil 185 mujeres, en particular de mujeres entre 15 y 17 años de edad. Las articulistas sostienen que mientras continúen las desapariciones y cualquier violación a los derechos humanos de las mujeres no se puede celebrar nada este 8 de marzo.

A la memoria de mi querida madre, Aurora Calderón Torres.

Delfina García Pérez tiene 16 años, desapareció en León, Guanajuato el 28 de febrero; Myrna Ivette Tabales Arellano de 13 años, desapareció en Naucalpan. Ellas son apenas dos casos recientes de los miles que existen en México cuyo paradero aún se desconoce y su búsqueda parece un laberinto que no lleva a ninguna parte, sin salida ni solución.

El Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas del Sistema Nacional de Seguridad Pública reporta que 7 mil 185 mujeres están desaparecidas en México. 96 por ciento de los casos datan de los últimos dos sexenios. Llama la atención que casi la mitad de ellas eran menores de 18 años en el momento de su desaparición. Tamaulipas y el Estado de México se erigen como los focos rojos, pues concentran 31 por ciento del total de casos denunciados a nivel nacional. [1]

De acuerdo con datos de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) tres de cada 10 personas desaparecidas en el país son niñas y adolescentes. Las desapariciones se han generalizado y las mujeres menores de edad son las más vulnerables. La cifra más preocupante se ubica entre 15 y 17 años de edad, donde siete de cada 10 son mujeres. [2]

¿Cuántas de estas jóvenes han sido encontradas con vida o muertas? No se sabe, no existe una base de datos confiable. Se fueron con el novio o de parranda dicen con suspicacia los burócratas del Ministerio Público cuando los familiares acuden a levantar la denuncia, anticipando juicios sin sustento como si desconocieran la descomposición social que prevalece en el país y no hubiera otras líneas de investigación posibles a partir del "trabajo" realizado por la institución que representan. Sin embargo, sabemos que en muchos casos se las llevan por la fuerza, se las roban, pero en otros, las engañan, las seducen para que no opongan resistencia y de esa manera se esfuman sin dejar rastro ni huella, mientras madres y padres viven la peor pesadilla de su existencia.

Carteles con rostros y señas particulares, alerta Amber, hojas pegadas en la vía pública con la fotografía de la niña, adolescente o mujer; gritos de auxilio en los muros de facebook donde se pide ayuda para localizar a la persona que se perdió hace días, meses o años. Madres y padres de familia que suplican porque sus hijas regresen al hogar de donde salieron por cualquier motivo y ya no pudieron regresar: "Iba a la escuela", "salió a la tienda", "se quedó de ver con amigas y no llegó", "venía del trabajo". "Dicen que la subieron a la fuerza a un coche", "se fue con un hombre que vino por ella cuando no estábamos y que conoció por internet".

Historias son muchas, la realidad una sola: desaparecieron de la noche a la mañana. En Tamaulipas, en el Estado de México, en Chihuahua, en Michoacán, en Puebla, en Hidalgo, en diferentes entidades, parece que todo el país se ha convertido en el enemigo principal de la juventud y de la niñez. Nadie sabe dónde están, quién se las llevó, cómo desaparecieron, no hay testigos y si los hay sólo dan datos que no llevan a ninguna parte.

Quién no ha escuchado sobre la vida de las niñas engañadas por algún patán, obligadas a prostituirse para enriquecer a su padrote y a quienes están en contubernio con él. Quién no ha visto a esas niñas que gritan en silencio por ayuda, pero ya no la piden. Ven pasar a la gente que sólo voltea a mirarlas con un dejo de lástima o de crítica, sin arriesgarse a ofrecerles su apoyo, ni preguntarles si lo necesitan. Las miran como parte del paisaje urbano al que la indiferencia o la falta de compromiso las ha acostumbrado.

Autoridades coludidas, trata de personas, venta de órganos, pornografía infantil, turismo sexual, adopciones ilegales, crimen organizado ¿A dónde irán a parar nuestras jóvenes? Es una incógnita difícil de despejar. Se ha investigado sobre el nido de padrotes que existe en Tenancingo, Tlaxcala, las redadas en hoteles de paso, en tugurios de mala muerte, pero no pasa nada, niñas y adolescentes siguen desapareciendo y algunas son encontradas muertas. En Ecatepec, las mujeres no quieren salir de sus casas por temor a que se las roben. Internet también se ha convertido en su enemigo. Por este medio los tratantes las acechan, las convencen y ellas ingenuamente caen.

El Sistema Nacional para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en su sesión del 28 de julio de 2015 resolvió decretar la Alerta de Violencia de Género (AVG) para 11 municipios del Estado de México. Después de varios años de negarlo, por fin el gobiernoreconoció la existencia e incremento de las violaciones de los derechos humanos de las mujeres y admitió que un significativo número de casos, ha culminado en feminicidios y otras formas de violencia. [3]

Se reportó que de 2005 a 2014, 4 mil 281 mujeres estaban desaparecidas en la entidad que gobierna Eruviel Ávila Villegas, en su mayoría niñas de entre 15 y 17 años de edad. De éstas, 2 mil 272 fueron localizadas: 2 mil 632 vivas y 95 muertas. [4]

A pesar de la AVG en el Estado de México, lejos de reducirse el índice de feminicidios, éstos continúan. El 27 de febrero, en Teotihuacán fue encontrado el cuerpo sin vida de una mujer, con serias muestras de tortura, con el rostro desollado y sin las huellas dactilares de ambas manos.

En el libro Esclavas del poder, Lydia Cacho dice que "cada año 1,39 millones de personas en todo el mundo, en su gran mayoría mujeres y niñas, son sometidas a la esclavitud sexual. Son compradas, vendidas y revendidas como materia prima de una industria, como residuos sociales, como trofeos y ofrendas". [5] Niñas, adolescentes y mujeres que son explotadas lejos de su lugar de origen, en otro estado y hasta en otro país donde nadie las conoce, donde nadie las pueda ayudar.

El 7 de marzo del 2012, el periódico El Universal publicó una investigación en donde alertan sobre el perfil físico que deben tener las chicas que desaparecen. Señala que entre el 1 de enero de 2011 y el 13 de febrero del 2012, en la Ciudad de México desaparecieron mil 872 niñas entre 10 y 17 años, las cuales tienen características físicas similares. [6]

"Un muestreo realizado por EL UNIVERSAL detectó que 87 por ciento de las extraviadas tenían el cabello largo en el momento de su desaparición y que 71 por ciento son de piel morena.

"Además, dos de cada tres niñas comparten otras características: son de complexión delgada y miden menos de 160 centímetros, lo que las convierte en víctimas fáciles en el supuesto de una desaparición forzada.

"Este patrón físico entre las menores desaparecidas ha alertado a activistas por los derechos humanos, quienes temen que las niñas hayan pasado de extraviadas a víctimas de delitos". [7]

En una desaparición el tiempo es oro, sin embargo la policía en México no abre un expediente al menos que hayan pasado 72 horas. En ese lapso pueden pasar muchas cosas. Desde el primer momento en que la familia se da cuenta que no está su hija empieza la búsqueda: van a reportar su desaparición, preguntan a familiares, amigos, conocidos y a la par con las autoridades siguen investigando. Muchas familias han pasado años llenas de incertidumbre, de sufrimiento, es la peor pesadilla de sus vidas.

Mientras continúen las desapariciones forzadas, el hostigamiento, la violencia, los feminicidios, la trata de personas y la violación a los derechos humanos de las mujeres, no se pueden lanzar las campanas al vuelo para celebrar un día dedicado a la mujer. ¡Vivas las desaparecieron, vivas las queremos! Que vuelva la paz y tranquilidad con el regreso de las niñas, adolescentes y mujeres a su casa. Que el gobierno garantice la protección de las personas más vulnerables. Que la juventud pueda vivir con seguridad en este México que se nos ha ido perdiendo.

Referencias:
[1] http://www.contralinea.com.mx/archivo-revista/index.php/2015/09/13/mas-de-7-mil-desaparecidas-en-mexico/
[2] http://www.pulsodf.com.mx/encabezan-reynosa-y-matamoros-a-nivel-nacional-cifras-de-menores-de-edad-desaparecidos/
[3] http://www.contralinea.com.mx/archivo-revista/index.php/2015/09/13/mas-de-7-mil-desaparecidas-en-mexico/ consultado 28 de febrero de 2016
[4] http://www.contralinea.com.mx/archivo-revista/index.php/2015/09/13/mas-de-7-mil-desaparecidas-en-mexico/ consultado 28 de febrero de 2016
[5] Cacho, Lydia, Esclavas del poder, Grijalbo, pág. 15
[6] http://mujeres.especial.eluniversal.com.mx/2012/03/07/nota-metropoli-desaparecidas/ consultado 28 de febrero de 2016
[7] http://mujeres.especial.eluniversal.com.mx/2012/03/07/nota-metropoli-desaparecidas/