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Violencia en el ámbito laboral
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Foto: Brenda Ayala/MujeresNet

Por Georgina Ligeia Rodríguez Gallardo
Doctora en Ciencias Sociales y Humanidades, por la Universidad Autónoma de Aguascalientes, con Maestría en Sociología de la Cultura y Licenciatura en Sociología para la misma Universidad. Cuenta con diversas investigaciones y publicaciones, entre ellas el libro 'Suicidio: Un enfoque para su análisis' (por UCICA, 2013). Es coordinadora de Proyectos del DIF Municipal de Aguascalientes.
Georgina Rodríguez Gallardo habla sobre la invisibilidad de la violencia laboral, que además es cotidiana y legitimada, al manifestarse a través de discriminación, acoso y hostigamiento en los lugares de trabajo, prácticas que repercuten no sólo a nivel personal sino también social. Por ello, la autora explica con datos estadísticos la gravedad del problema y la necesidad de trabajar en su erradicación.
Para muchas de las jóvenes actuales el escuchar términos de derechos de las mujeres, la mujer y el derecho internacional, las Naciones Unidas y las mujeres, equidad e igualdad de género, derecho de voto, son temas cotidianos y asimilados por las generaciones recientes que han recogido los frutos de muchas mujeres que lucharon -y luchan- por un espacio en las diferentes esferas del desarrollo, y ante todo, pelearon por la libertad de elegir, de tener opciones de vida, de desarrollarse en una sociedad más justa, democrática con igualdad de espacios y de oportunidades y sin violencia.
Los movimientos de mujeres y de las teóricas feministas han impulsado redefiniciones del papel de las mujeres y, como consecuencia, han abierto oportunidades de desarrollo. Los cambios se han dado desde la lucha por el derecho a ser consideradas ciudadanas, el derecho a servicios de salud, a recibir educación básica y al de aspirar a ser profesionistas, el decidir sobre su cuerpo, y a tener la oportunidad de entablar demandas por golpes y maltrato a su marido. El cambio está en proceso desde el interior de la sociedad, en el que es necesario seguir trabajando, ya que a partir de que la mujer irrumpe en espacios antes exclusivos del hombre, como es el laboral, surgen nuevas expresiones y ejercicios de la violencia.
Sin embargo, el ámbito laboral en el que la mujer incursiona de forma cada vez más amplia y competitiva, la mujer vive violencia. Esta violencia es cotidiana, invisible y legitimada.
La violencia se ha definido, se manejan conceptos de los diferentes tipos de violencia (física, emocional, económica o sexual) pero aún con estas definiciones, es necesario trabajar más en su conceptualización y medición, ya que se calculan elementos diferentes bajo una misma noción, o bien se mide de manera distinta. En el círculo laboral la violencia se manifiesta de manera distinta, es ejercida por superiores y compañeros, se trata de discriminación, acoso y hostigamiento que pueden tener connotación sexual.
La medición de la violencia laboral ha sido una de las tareas de centros e instituciones especializadas en el tema, la razón es sencilla es necesario conocer las características, comportamiento y elementos que intervienen en esta forma de violencia, para poder trabajar en su erradicación. Por tanto, hablar de violencia en el trabajo, no es suficiente, es necesario contar con evidencia cuantitativa y cualitativa. La manera ha sido a partir de las cifras, las estadísticas, ello ha permitido poder diseñar e implementar programas y acciones (Norma Mexicana para la Igualdad Laboral para Mujeres y Hombres, Distintivo de Empresa Familiarmente Responsable, Distintivo de Empresa Incluyente) destinados a atender y resolver un problema, que para la Organización Mundial de la Salud (OMS) es ya un problema de salud pública, y de derechos humanos para la ONU, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que ha generado Convenios sobre igualdad de remuneración (1951); Convenio sobre la discriminación (empleo y ocupación) 1958; Convenio sobre los trabajadores con responsabilidades familiares (1981); Convenio sobre la protección de la maternidad (2000), por mencionar algunos, sin embargo la propia OIT ha realizado interesantes investigaciones sobre la violencia de género en el ámbito laboral.
Estas medidas se deben a que la violencia laboral a nivel mundial se ha incrementado, con repercusiones, en la salud y en la economía, ya que baja la productividad laboral y afecta a la persona. La violencia laboral si bien aflige tanto a hombres y mujeres, tiene mucha mayor incidencia en mujeres y en muchos de los casos es de carácter sexual.
La Eurofound, en la que participa la Comisión Europea, grupos patronales y sindicatos, realizaron un informe del resultado de encuestas bajo la denominación de Comportamiento Social Adverso, en la que se contempla acoso, violencia física, y acoso sexual. El resultado fue en 2005 que el 11.2% de los y las trabajadoras en Europa fueron víctimas; para 2010 la cifra aumentó al 14.9%. [*]
Para brindar un panorama nacional de este grave problema, se tomará la ENDIREH, Encuesta Nacional de la Dinámica de las Relaciones en los Hogares, se ha realizado en tres ediciones 2003, 2006 en colaboración con el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) y el Fondo de Naciones Unidades para el Desarrollo de la Mujer (UNIFEM) y 2011 que se realizó de manera conjunta entre INEGI e Inmujeres. Toda esta información se encuentra disponible en el portal oficial del INEGI ( www.inegi.org.mx )
El propósito de esta encuesta es el conocer y allegarse de datos de los tipos de violencia que viven las mujeres de 15 años y más en diferentes esferas del desarrollo; hogar, educativo, laboral y social; así como de sus consecuencias físicas y emocionales. Los resultados se presentan tanto a nivel nacional, por estado y tipo de localidad, esto es urbana o rural.
En esta ocasión se dará cuenta de lo correspondiente a la violencia en el ámbito laboral, tanto en empresas privadas como instituciones públicas. El que la mujer viva violencia en el ámbito laboral, no es algo que resulte novedoso, sin embargo el ponerle números a la violencia en los lugares de trabajo dan claridad de la magnitud de este problema en México.
La violencia laboral tiene impacto en el desarrollo sano de la persona, ya que la mujer que vive violencia en su lugar de trabajo se ve afectada en su salud física y mental, así como en su desempeño ya que repercute en su productividad y rendimiento.
La violencia hacia la mujer en el ámbito laboral se ha mantenido oculto, e invisible a los ojos de todos incluyendo de las mismas víctimas. En la ENDIREH se señala que este tipo de violencia "consiste en actitudes y comportamientos claramente agresivos, hostiles, humillantes o discriminatorios hacia mujeres insertas en el medio laboral, perpetrados por jefes inmediatos, superiores jerárquicos, compañeros de trabajo y, en ocasiones, hasta por personal que labora bajo el mando de ellas mismas. A este tipo de maltrato se suman también los de connotación sexual." (ENDIREH, 2011:52)
Según la ENDIREH, en la esfera del trabajo la violencia se manifiesta de dos maneras: el acoso y la discriminación. Se define el acoso que es una pretensión de tipo sexual que se manifiesta tanto física como de forma verbal y que no es deseada por la víctima. La discriminación se refiere a menores opciones, promociones y discriminaciones.
Los resultados obtenidos en la ENDIREH 2011, de mujeres ocupadas violentadas en el ámbito laboral, arrojan que a nivel nacional el promedio es del 22.6%; 19 estados del país se colocan por encima de la media, y solo 13 estados se ubican por debajo de la media. Ello habla de una situación grave a nivel nacional, donde la violencia laboral hacia las mujeres es cotidiana. Los cinco puestos de mayor proporción son Chihuahua (29.2%), Aguascalientes (26.8%), Coahuila (26.5%), Nuevo León (26.5%) y Michoacán (25.2%). En el sentido opuesto esto es, los cinco puestos de menor incidencia son Guerrero (15.1%), Distrito Federal (16.3%), Oaxaca (17%), Morelos (17.4%), Baja California Sur (19.3%).
Si bien, se debe de hacer el comentario de que en los estados de menor incidencia, como son Guerrero, Oaxaca y Morelos no quiere decir que no exista violencia hacia las mujeres, sino más bien la violencia se encuentra legitimizada e invisible para todos y todas o bien que la cultura de prevención de la violencia de género no ha permeado. Puede hacerse la comparación con el estado de Aguascalientes, que se encuentra en segundo lugar, en donde se ha realizado ya por varios años un trabajo de difusión de lo que es la violencia de género, y se han emprendido acciones para erradicarla, ello ha generado conciencia en las mujeres que identifican y evitan la violencia. La violencia de género es concurrente de todos los espacios, lo que resulta necesario es reforzar los esfuerzos para que disminuya y podamos entonces vislumbrar su erradicación.
Bibliografía:
INEGI, Instituto Nacional de Estadística y Geográfica, 2013, Panorama de violencia contra las mujeres en México, ENDIREH, 2011. Resultados Nacionales.
OIT, Organización Internacional del Trabajo, Panorama Laboral 2014, América Latina y el Caribe. Edición, 2014.
[*] Tomado de Cadena Zer http://cadenaser.com/ser/2015/04/03/economia/1428049289_948959.html (21-08-2015)