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La hermana incómoda
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Foto: Brenda Ayala/MujeresNet

Por María Esther Espinosa Calderón
Periodista, ha colaborado en diversos medios, entre ellos el Uno más Uno, Mira, El Universal, Etcétera, 'Triple Jornada' del periódico La Jornada, y en la revista Fem.
María Esther Espinosa Calderón habla sobre el libro 'La otra máscara de Esperanza', de Adriana González, donde la protagonista Esperanza López Mateos se coloca como uno de los grandes personajes femeninos de la historia del siglo XX en México.
La hermana incómoda, luchadora social, traductora y agente literaria de B. Traven, fue sindicalista, alpinista y una trabajadora incansable, inteligente y de gran belleza criticada por adelantarse a su época. Esperanza López Mateos amaneció muerta una madrugada de septiembre de 1951 en su casa de avenida Coyoacán, ¿homicidio o suicidio? Eso es lo que Adriana González Mateos intenta desentrañar en su libro La otra máscara de Esperanza.
En su primera novela policiaca, la escritora analiza el misterio que ha rodeado la muerte de la hermana del expresidente Adolfo López Mateos. Oficialmente fue un suicidio, pero siempre existieron rumores de que fue asesinada por su ideología izquierdista poco conveniente para la imagen política e intereses de su hermano, quien pronto sería candidato a la Presidencia de la República.
En el transcurso de la obra el Ministerio Público, personificado por Marco Tulio Aldama, investiga el deceso de la activista política, interroga a Roberto Figueroa su esposo, a Gabriel Figueroa su cuñado, a su amigo Salvador Novo y al amante de Esperanza, para tratar de descifrar el enigma.
Su marido jamás pensó que fuera a suicidarse y menos de esa manera. Aldama lo explicó: "Las mujeres rara vez se pegan un tiro. Casi todas prefieren otros métodos. La mayoría toma una dosis excesiva de algún medicamento, otras averiguan cómo preparar veneno en su propia cocina. Se dice que buscan preservar su belleza aun en la muerte. El caso de su esposa se aparta de lo común".
La vida y la muerte de Esperanza están rodeadas de un halo de misterio. Tradujo varias novelas del escritor alemán B. Traven, fue su agente literaria en México. Participó en la huelga de los mineros de Nueva Rosita, Coahuila (1950-1951) y trabajó junto a Vicente Lombardo Toledano apoyando a muchos exiliados judíos que huían de la guerra.
Para la autora la vida de Esperanza "fue un gran descubrimiento". Se dio cuenta que fue una mujer singular para su época y le sorprendió que su vida no fuera conocida, que estuviera prácticamente olvidada, a pesar de ser quien fue y de lo que hizo. Esa fue la razón principal que la llevó a escribir la novela recientemente publicada.
En el libro Adriana González recrea la vida de su tía-abuela a la par de su lucha social, así como la defensa de los mineros de Nueva Rosita (Coahuila), en el México de los años 50.
La lucha laboral y social de Esperanza no le convenía a su hermano Adolfo que en ese entonces era senador, luego fue secretario del Trabajo y candidato a la Presidencia de la República para finalmente convertirse en presidente de México, razón por la que se maneja también la hipótesis de que su muerte no fue suicidio, pero así se manejó oficialmente.
El día de su velorio llegaron una gran cantidad de políticos, intelectuales, periodistas, pintores, compañeros de la bohemia y de la política. También estaban directores, productores y camarógrafos que trabajaban con Gabriel Figueroa. Gente de la aristocracia, extranjeros que vivían en México y no podían faltar los mineros que contrastaban con los otros asistentes porque no iban vestidos de luto, sino con su humilde indumentaria.
"Una de las mujeres se acomodó el rebozo, enojada: usted cree que se va a andar suicidando. A mí nadie me quita de la cabeza que la mataron". Para las autoridades fue un suicidio, para la gente cercana a ella "la asesinaron".
Otro de los tantos mitos que se tejieron en torno a la vida de esta mujer apasionada fue la hipótesis de que Esperanza es en realidad la autora de las historias de B. Traven y que usaba el nombre del escritor como seudónimo.
Para Elena Poniatowska, Adriana González Mateos era la más indicada para hablar sobre el senador Adolfo López Mateos y su hermana Esperanza. "Qué bueno que se lanzó a escribir esta excelente novela sobre la fiel amiga y traductora de B. Traven, la aclamada defensora de los mineros de Nueva Rosita, Coahuila, y cuñada de nuestro mejor fotógrafo de cine, Gabriel Figueroa. Después de leer a Adriana González Mateos, es fácil comprobar que Esperanza es otro de los grandes personajes femeninos de la historia del siglo XX en México, recuperado por la pluma de una notable escritora".
Adriana señala que aunque la protagonista de su obra está inspirada en la mujer que murió el 19 de septiembre de 1951, es "una invención literaria, al igual, que los amantes, amigos y adversarios que aquí figuran. Las noticias relacionadas con Esperanza se desvanecieron pronto, aunque dos o tres de los afectados llevaron luto por mucho tiempo. Al cabo de unos años se dio su nombre a una escuela y a un hospital de maternidad para acabar de ocultarla tras el velo respetable que desalentara las preguntas".
¿Cuántas mujeres con una vida interesante como la de Esperanza: luchadoras, emprendedoras, idealistas, comprometidas con las causas más desfavorables, se han quedado en el anonimato o el olvido?
González Mateos, Adriana, La otra máscara de Esperanza, México, Océano, Hotel de
las letras, pp.196