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Llama Marcela Lagarde a fortalecer la conciencia crítica
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Foto: Emma Blancas/MujeresNet

Por Emma Blancas
También instó a desmontar construcciones patriarcales y violentas como el lenguaje belicoso y la enemistad entre las mujeres.
México, D.F. /MujeresNet.- "Si no dudamos, estamos echadas a perder, las mujeres estamos acostumbradas a creer las cosas sin reflexionar", aseguró la feminista y antropóloga Marcela Lagarde durante la presentación de su obra El feminismo en mi vida. Hitos, claves y utopías el 18 de marzo de 2015, por ello invitó a todas/os las/os presentes a no dejar de escribir, cuestionar, leer textos de Simone de Beauvoir, y a estudiar: "Hagan de todo, fortalezcan su conciencia crítica", exhortó.
Durante la presentación en el Museo de la Mujer, Teresa Incháustegui, directora general de Inmujeres DF, aseveró que este trabajo de Lagarde es difícil por su profundidad pero al mismo tiempo fácil por su lenguaje sencillo. De esta forma, aseguró, "la experiencia de su feminismo y el nuestro está tejido no sólo con la cabeza sino con las entrañas". Subrayó la importancia de esta obra no sólo en México, sino en los países de habla hispana como una lectura clásica que se convierte en una especie de "lámpara de Diógenes", una bitácora con la que se construye una sociedad justa con humanas y humanos sin que nadie esté por encima de otro.
El pensamiento crítico de Marcela es necesario en la vida de las mujeres porque a través del feminismo les enseña la defensa de sus derechos. Además la obra, editada por Inmujeres, demuestra la relevancia del feminismo y los avances en igualdad, comentó Ydalia Pérez, integrante de la Federación Mexicana de Universitarias (FEMU).
La doctora Marcela Lagarde compartió con los asistentes sus experiencias y la importancia de este libro: "Es una celebración a la amistad y a la sororidad". Recordó que la recuperación de distintos textos para la edición de su obra fue una experiencia sanadora: a través de la relectura de sus propias palabras, éstas la sanaron y el libro "le salvó la vida".
Evocó su trayectoria en la política que junto con Teresa Incháustegui lograron promover la Ley General de Acceso de las Mujeres a Una Vida Libre de Violencia; en este sentido aseguró que para hacer políticas a favor de las mujeres se necesita preparación con perspectiva feminista, muchas veces despreciada pero necesaria para la construcción de cambios sustantivos.
Por ello, llamó a no olvidar la historia feminista y sus avances tanto a nivel internacional y nacional, tales como la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948, donde se dejó de excluir a las mujeres; y en México el derecho al voto, que no fue una donación del entonces presidente Ruiz Cortines, sino el trabajo de muchas mujeres mexicanas que deseaban participar en la política, aseveró.
Asimismo, instó a desmontar construcciones patriarcales y violentas como el amor romántico; la enemistad entre las mujeres: "Nada de 'esa vieja' o la 'tipa tal', la misoginia envenena, hay que dejar de ser juezas y vigilantes"; y el lenguaje belicoso por uno que exprese "topías, ética y estética".
Reconoció que aunque el feminismo ha contribuido al pacifismo a lo largo de 40 años, producto de su última ola, también han existido los retrocesos por la resistencia social e institucional a garantizar los derechos humanos de las mujeres, y llamó a no despreciar "el pensamiento, el estudio. Hagan de todo, fortalezcan su conciencia crítica personal y colectiva", porque aseguró que el feminismo no es una creencia sino un conjunto de movimientos en el que particularmente las mujeres a lo largo de la historia, y en algunas épocas los hombres, han planteado la construcción de la igualdad.
"Mi libro pretende compartir con hombres y mujeres estos momentos del feminismo que me han tocado vivir y los que yo elegí; hay unos que no eliges como el feminicidio, que me arrasó. Los derechos sexuales y reproductivos estaban en la agenda de mi generación", finalizó.