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El "amor" violento y seductor de los hombres de poder
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Foto: Brenda Ayala/MujeresNet

Por Josefina Hernández Téllez
Periodista, investigadora en estudios de género, profesora de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH)y la UNAM, y responsable del grupo de investigación de Género y Comunicación de la Asociación Mexicana de Investigadores de la Comunicación (AMIC).
De cara al proceso electoral de 2015, Josefina Hernández Téllez reseña el libro de Sanjuana Martínez 'Las amantes del poder', donde se revela el 'rostro misógino' de seis funcionarios y políticos que ante la sociedad parecen 'hombres respetables', pero en lo íntimo abusaron de sus parejas.
En los albores del proceso electoral 2015, donde se elegirán en todo el país diputados federales, Las amantes del poder, libro de investigación periodística de Sanjuana Martínez (Temas de hoy, 2014), revela la cara oculta de algunos hombres públicos: el rostro violento y misógino de políticos, funcionarios y máximos representantes de la ley. Sin distingo de partido, el factor común es el desprecio por el otro, por la pareja, la egomanía, la omnipotencia elevada a lo que puede dar un país sin controles, como lo es, en los últimos años, el nuestro.
El hijo oculto del presidente (Enrique Peña Nieto), Un ministro (de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ) de hielo (Génaro Góngora Pimentel), El príncipe convertido en sapo (el ex gobernador del Estado de México, Arturo Montiel), Un nazi casinero (Juan Iván Peña Néder, ex coordinador de Asesores del ex subsecretario de Gobierno de la Secretaría de Gobernación) con Calderón, El reggaeton del Gobernador (de Jalisco, Jorge Aristóteles Sandoval Díaz) y La Bella y la Bestia (Sergio García Ramírez, (ex procurador de Justicia del Distrito Federal y ex consejero electoral), son los seis títulos que definen a estos hombres respetables de la sociedad y la política pero que en lo íntimo abusaron, engañaron, agredieron, despojaron y quisieron anular a sus parejas, quienes en entrevista con la periodista Sanjuana Martínez revelan la otra cara de estos "soles" de la vida pública del país.
Maritza Díaz Hernández, pareja y amante de Enrique Peña Nieto por nueve años y con quien procreó un hijo, define en una sola frase la experiencia de "amar" al actual presidente de México y su falta de reconocimiento público y abierto a su hijo, además de la desprotección legal ante el poder del ejecutivo: "Si eso hace con su hijo, qué no hará con el país... Después de todo, el modelo de hombre poderoso para afectar a sus parejas o ex parejas es común en México".
Este retrato del todopoderoso presidente mexicano se completa con la evocación de una descripción que le hizo la esposa fallecida de Peña Nieto, Mónica Pretelini a Maritza Díaz: "Desde que mi esposo es el gobernador, todos los días está obsesionado con la Presidencia de la República. No habla de otra cosa. Cada día es un hombre más alejado de sus hijos; sólo se acuerda de ellos para llevarlos a hacer campaña política. La fama y el poder lo están destruyendo por dentro; sólo le importa su imagen, y lo que digan los medios de comunicación sobre su apariencia".
Ana María Orozco Castilla, ex pareja del ministro de la Suprema Corte, Genaro David Góngora Pimentel, ella de 26 y él de 66, confiesa que "le tenía una gran admiración (por) sus dictámenes históricos, su defensa de los derechos humanos, preocupado por los grupos vulnerables, defensor de las mujeres y los niños. (Para ella) era un auténtico héroe de la justicia". Esto fue cambiando a medida que lo fue conociendo más intímamente, pues pasó de gerente del Vips a donde solía ir Góngora Pimentel, a ser su colaboradora en la Suprema Corte: "El ministro tenía la costumbre de integrar a su equipo a sus 'amigas' o parejas sentimentales... La relación con Góngora Pimentel iba estupendamente. A los dos años decidieron tener un hijo. Nació David y las condiciones laborales mejoraron. Obtuvo seguro de gastos médicos y un coche. Dos años después llegó Ulises. Pero la alegría de la llegada de sus hijos fue trastocada por la enfermedad (autismo, ambos niños)... Las dificultades económicas para atender las necesidades de los niños iban en aumento. Ana María iba a visitar al padre a su oficina particular para pedirle dinero para la manutención de los niños. Él le daba para "el gasto".
Sin embargo, el "gasto" era insuficiente y Ana María decidió interponer una demanda para obtener una pensión alimenticia adecuada al costo de manutención y tratamiento de sus hijos y al ingreso del padre de sus hijos. Esto provocó que Góngora Pimentel se inconformara y no sólo eso sino que utilizó su influencia y trayectoria para meterla en la cárcel poco más de un año: "Quería pagar lo que él consideraba justo, sin apego a la justicia que paradójicamente él representaba".
El asunto se volvió tema de discusión pública, a decir de Sanjuana Martínez, se politizó el asunto y se olvidó señalar y reflexionar sobre la violación a la ley que implica el otorgamiento obligatorio de proveer con una pensión a los hijos después del divorcio. Incluso se ignoró el tema ante la posibilidad de atacar a la izquierda representada por Andrés Manuel López Obrador, a quien el ex ministro apoyaba públicamente. A este hecho se sumó la demanda de la ex magistrada Rosalba Becerril Velásquez, otra amante del ministro en retiro que le exigía pensión alimenticia para sus dos hijos: "El 10 de mayo de 2013 demandó al ex ministro, a quien acusó de nunca haberse ocupado de sus vástagos de siete y 17 años."
Esto no sería todo, el abogado de Ana María, Mora Lardizábal, denunció que no sólo eran estos cuatro hijos desprotegidos sino otros dos hijos autistas, procreados con una trabajadora de la Corte, Sarita.
Así esta historia del respetado ex ministro de la Suprema Corte de Justicia, que lejos está de ésta cuando de su vida personal se trata.
Un caso más de abuso y tráfico de influencias es el del conocido ex aspirante a la presidencia de México, Arturo Montiel, del grupo Atlacomulco y ex gobernador del Estado de México. De acuerdo con la investigación de la autora, él de príncipe se convirtió en un horrible sapo que despojó a Maude Versini de sus hijos.
Montiel, treinta años mayor que ella, la deslumbró con su riqueza exorbitante de político tercermundista, pero con el paso de los años, su alcoholismo, su conducta violenta y bipolar, producto de esta enfermedad y de sus sueños frustrados de ser candidato presidencial, la llevaron a tomar la decisión de separarse, decisión que le costó cara y le lleva a denunciar que: "La ley de amparo en México ayuda a los delincuentes. Arturo Montiel se puede amparar, amparar y amparar y yo nunca tendré a mis hijos de vuelta. Me queda clarísimo. Debería haber una reforma en la ley de amparo. En estos casos, no debería existir la posibilidad de ampararse. Eso debe cambiar en México... La justicia está vendida."
Quizá por estas historias de horror la afirmación de Talía Vázquez Alatorre, diputada suplente del PRD, tiene más que sentido: "Si los esposas y amantes de los políticos hablaran, México se derrumba". Ella relató su historia con Juan Iván Peña Neder, ex coordinador de Asesores de Abraham González Uyeda, ex subsecretario de Gobierno de la Secretaría de Gobernación, durante el sexenio de Felipe Calderón.
Su historia de violencia intrafamiliar, violación tumultuaria promovida por el mismo Peña Neder, su esposo, destapó además la corrupción y tráfico de influencias de un grupo de funcionarios y ex funcionarios de la Secretaría de Gobernación que fabricó los permisos para que operaran casinos en México; un grupo que involucra a panistas del primer círculo del ex presidente Felipe Calderón, incluido el actual senador del PAN, Roberto Gil Zuarth. Sin embargo, ¡no pasó nada!
"El dinero y el poder comenzaron a revelar su verdadera personalidad, en especial su filiación nazi, que cultivaba desde adolescente en Chihuahua... La violencia contra su esposa iba en aumento. Y cada vez que ella le decía que lo iba a dejar, él repetía la misma escena: amenazaba con matarla a ella y a sus hijos. Le ponía la pistola en la sien, la obligaba a hincarse y le decía: 'Soy Dios, Heil Hitler! Heil Hitler! ¡Pídeme perdón!'.
'En esa etapa Juan Iván llegó a tener 2 millones de dólares en la caja fuerte de la casa, en efectivo. Y como llegaba el dinero lo repartía... Su sueño era llegar al poder. Estaba seguro de que iba a ser gobernador de Chihuahua y luego presidente. Y le invertía dinero; el dinero de los casinos se lo gastaba en la política a manos llenas'."
"Talía asegura que los senadores y diputados sabían que durante el sexenio pasado todo indicaba que hubo dos grupos de panistas metidos en el negocio multimillonario de los casinos: uno era encabezado por Gustavo Madero y sus operadores, junto a Juan José Rojas Cardona, el Zar de los Casinos; el otro grupo estaba formado por Felipe Calderón y su 'mafia' de operadores casineros en la Secretaría de Gobernación.
'El problema más grande de México se llama impunidad y la impunidad parte del poder público. Los políticos se sienten como dioses... Si las mujeres de los políticos hablaran de lo que oyen y ven, el país se derrumba. No pueden permitir el ejemplo contigo'".
A este escenario de podredumbre de la clase política, Christiane Mildred Flores Campos, amante del gobernador de Jalisco, Jorge Aristóteles Sandoval Diaz, suma el testimonio del perfil inverosímil de los "nuevos" políticos que se sueñan futuros presidentes y en aras de su delirio abusan y usan no sólo a personas a su placer, sino recursos públicos y todo lo que puedan, aunque ello implique tener hijos por doquier y no protegerlos ni reconocerlos.
Christiane Mildred, después de ataques mediáticos y un gran desgaste, consiguió el reconocimiento legal del hijo procreado con el gobernador Sandoval Díaz, así como su pensión alimenticia, pero confirma la doble moral y el discurso hueco de los polìticos y la política: "Fue lo peor, lo peor que me ha pasado en mi vida. Fue demasiado desgaste. Eso no es felicidad. Es muy mentiroso."
Para Diana Pando la relación con Luis Téllez, ex secretario de Comunicaciones y Transportes del gobierno de Felipe Calderòn y actual presidente del Consejo y director del Grupo BMV, propietario de la Bolsa Mexicana de Valores, fue de decepción porque la acusó de intento de extorsión al dar a conocer grabaciones de sus negociaciones, impresiones y relaciones en materia de telecomunicaciones y grupos polìticos y empresariales. Fue por despecho, afirma, al haber negado su relación: "Nunca quise extorsionarlo. Me usó y me desechó. Y me insulta al negar nuestra relaciòn de dos años. Nunca quise dinero sólo quería su afecto... Cuando te digo que es un enano moral está todo representado en esa definición. Sólo hace falta verlo para apreciar su estatura moral, su estatura política".
De esta definición no se escapa el sexto caso, el de Sergio García Ramírez, ex procurador de Justicia del Distrito Federal y ex consejero del IFE, quien estuvo casado con María Gómez Rivera, artista, docente y madre de sus tres hijos.
"Estuvo casada con él 28 años. Un periodo que describe escuetamente como una 'horrenda pesadilla', una etapa oscura, dominada por el miedo y el terror, por la violencia y la crueldad: 'Sergio manipuló el aparato de justicia a su antojo en el divorcio. Quería dejarme en la calle. La ley él la manejaba a su conveniencia. Todos los juristas de este país lo tratan como si fuera un dios. Me sorprende que nadie tenga la astucia mental de observar. Es una gente insana'".
Para completar el perfil de la clase polìtica que nos gobierna, María define a los políticos egolátras que "requieren de la adulación, del halago y la reverencia, del aplauso fàcil, el bienestar económico y las prerrogativas que los cargos públicos les otorgan"; enfermos que carecen de valores como "la honestidad, de grave intolerancia a la frustración, de una trastocada sexualidad y de un notable y doloroso vacío de su propia vida".
Seis testimonios y seis historias de la clase política que nos debe aterrar, sobre todo porque su violencia afecta no sólo a la mitad de la población sino a todo el país. Investigación de Sanjuana Martínez que nos sirve para reflexionar...