Consciente de que la educación es la herramienta que permitirá a los niños, pero sobre todo a las niñas, sortear las adversidades y transformar a la sociedad, Malala Yousafzai se ha convertido en una aguerrida luchadora por el derecho a la educación de todas y todos los infantes del mundo.

MujeresNet reúne algunas de las frases y la historia de esta adolescente paquistaní, quien es ahora la persona más joven en recibir el Premio Nobel, otorgado por su activismo a favor del derecho de niñas y niños a la educación.

El blog de Gul Makai

Bajo el seudónimo de Gul Makai, Mala comenzó a escribir un blog en 2009 en la BBC, donde expresaba su opinión sobre la educación y la forma de vida bajo el régimen talibán en su localidad, quienes intensificaron su actividad, limitaron la educación para las mujeres y prohibieron la televisión y la música.

"La educación es la educación. Debemos aprender todo y después elegir qué camino seguir. La educación no es oriental ni occidental, es humana."

Nacida el 12 de julio en Mingora, Paquistán, esta joven no se amedrentó por las amenazas que recibía junto con su padre y mentor, el poeta y profesor Ziauddin Yousafzai, y se impuso a continuar con su actividad en pro de los derechos de las y los niños:

"Teníamos dos opciones: estar calladas y morir o hablar y morir, y decidimos hablar."

"La voz tiene  poder, la gente escucha cuando hablamos; no se trata de combatir el terrorismo con la violencia, sino con las palabras."

El atentado

Tiempo después en una entrevista realizada por The New York Times, Malala reveló que era la autora del blog de la BBC, Gul Makai. En 2011, fue galardonada con el premio de la paz de la Juventud Nacional de Pakistán y también fue nominada por el arzobispo Desmond Tutu para el Premio de la Paz Internacional de la Infancia, hechos que desataron la sevicia de los talibanes: el 9 de octubre de 2012, uno de ellos subió encapuchado al autobús en el que Malala se dirigía a su escuela, preguntó entre los niños y al dar con ella, le disparó en la cabeza: pasó 3 meses en el hospital tras varias cirugías que le reconstruyeron su cráneo, en la ciudad inglesa de Birmingham, donde ahora reside.

Tras su recuperación, su activismo no menguó, ya que publicó su autobiografía con la ayuda de la periodista británica Cristina Lamp: "Yo soy Malala", en la que explica el porqué de sus acciones. Así, se convirtió en la defensora de la educación de millones de niñas que no pueden acceder a ella por causas sociales, políticas, económicas y/o legales:

"Quise responderle pero no me dejó. Ahora sí puedo. Soy Malala y quiero contar mi historia en este libro."

"El mayor terror de los talibanes ha resultado ser un niña de 14 años armada con unos libros."

"Es verdad que la pluma es más fuerte que la espada, la educación asusta a aquellos que usan el terror."

Este atentado contra la vida de la activista la colocó como una heroína y no como víctima, pese a que el portavoz de los talibanes paquistaníes, Ehsanullah Ehsan, se adjudicó el ataque al argumentar que Malala representaba la obscenidad y atentaba contra el Islam. Además, el intento de asesinado fue condenado por la comunidad internacional: más de 2 millones de personas firmaron la campaña Derecho a la Educación.

A principios de 2013 anunció la creación de la fundación Malala Fund,que tiene como finalidad crear conciencia de la importancia social y económica de la educación de las niñas, de empoderarlas y de que desarrollen su potencial para lograr cambios en su comunidad.

"Hubo un tiempo en que las mujeres pidieron a los hombres activistas que las apoyasen. Esta vez lo haremos nosotras mismas".

También en 2013 durante el Día Internacional de la niña, 11 de octubre, Malala se presentó ante el Banco Mundial y su discurso fue contundente:

"Más dinero para profesores que para soldados [...] Si se quiere acabar la guerra con otra guerra nunca se alcanzará la paz. El dinero gastado en tanques, en armas y soldados se debe gastar en libros, lápices, escuelas y profesores."

En julio de 2014 Malala abogó por la liberación de 220 adolescentes secuestradas hacía tres meses por un grupo rebelde de islamitas al norte de Nigeria.

Y aunque reiteraba: "Mi objetivo no es conseguir el Nobel de la Paz. Mi objetivo es conseguir ver la paz y la educación para todos los niños del mundo", este pasado 10 de octubre de 2014 le fue otorgado este premio junto con el también activista de origen hindú Kailash Satyarthi por sus acciones en pro de la educación. A su corta edad ha recibido poco más de 15 premios otorgados por organismos y fundaciones internacionales.

"Para hacerme poderosa solo necesito una cosa: educación."

"Volver al colegio me hace muy feliz. Mi sueño es que todos los niños en el mundo puedan ir a la escuela porque es su derecho básico."