Suscribete Newsletter Twitter Facebook Album Flickr You Tube www.MujeresNet.info

Directora y Editora: Elsa Gpe. Lever Montoya                                                                                                                             

Frases Feministas
Unete a MujeresNet en FACEBOOK
MujeresNet on Facebook
SÍGUENOS EN TWITTER


Columnas de Opinión

Bibliotecas y libreri­as virtuales, en li­nea
Bibliotecas en Linea
Navega y documén-
tate
E-books, bibliotecas, librerías en línea


Soy feminista
Somos feministas
¿Te reconoces y defines como tal?
Escribe cómo vives el feminismo y qué importancia tiene para ti.


Escuelas, cursos, estudios en genero y feminismo
Formación en Género y Feminismo
¿Dónde, cuándo?
Diplomados, seminarios, talleres, escuelas, cursos, maestrías, doctorados...



Foro de discusion
Foro de discusión
¿A favor o en contra?
Opina, debate, argumenta...

Lenguaje no sexista
Lenguaje no sexista
¿Qué es? ¿Para qué?
Definiciones y manuales para un lenguaje y un periodismo libres de sexismo.


Tienda on line
Tienda Virtual
De todo un poco
Libros, artí­culos, carteles, postales y mucho más


Herramientas legales
Herramientas Legales
¿Cómo y por qué?
Leyes y lineamientos jurídicos para la defensa de los derechos de las mujeres...


         


¿Quién no desayunó hoy?




Foto: Brenda Ayala/MujeresNet


Por María Esther Espinosa Calderón
Periodista, ha colaborado en diversos medios, entre ellos el Uno más Uno, Mira, El Universal, Etcétera, 'Triple Jornada' del periódico La Jornada, y en la revista Fem.

La autora narra la historia de la maestra Marilú, el compromiso que tiene con su profesión y alumnos, quienes se enfrentan a una vida de ilusiones pero a la vez de pobreza.

¿Quién no desayunó? Se escucha la voz de la maestra Marilú, inmediatamente 10 niños/as levantan la mano, al mismo tiempo se oye al unísono "yo no, yo no, yo tampoco". Son la mitad de los alumnos/as que integran el grupo de tercero de primaria al que ella les da clases. Asegura: hay ocasiones que son más, nunca menos, casi siempre los mismos/as.

Señala que no es nada agradable, ni sano estudiar con el estómago vacío: "Así no entran las letras, así no se aprende". Mientras los políticos se enriquecen hay niños literalmente "muriéndose de hambre". "Lo que yo hago es ofrecerles una taza de té con algunas galletas, a veces les llevo un poco de comida, después de que se llevan algo a su boca empieza la clase".

Mandar a la escuela a los alumnos/as sin nada en el estómago no está bien, pero qué pueden hacer los padres y las madres de familia si no tienen para darles de comer. A veces dejan de ir a la escuela, porque los mandan a trabajar para ayudar con los gastos de la casa. Algunos faltan mucho por la misma razón.

Cuando Marilú se recibió de maestra comenzó a dar clases en Tiamba, un pueblo del estado de Michoacán. "El camión me dejaba a orilla de la carretera y tenía que caminar varios kilómetros para llegar. La escuela estaba al aire libre, algunos palos o tablas de madera apenas cubrían el improvisado salón de clases, su techo era de láminas negras, los niños/as llevaban sillas de sus casas, teníamos que aguantar las inclemencias del tiempo: frío, aire, calor y lluvia. Llegaban descalzos, sucios y con hambre".

La maestra Marilú cuenta que a veces compraba para su almuerzo sardina con galletas saladas y chiles en vinagre, "cuando empezaba a comer los niños/as no se me separaban, entonces llevaba más para convidarles". Luego de algunos años la cambiaron a Cheranguerán, también en el estado de Michoacán, ahí las condiciones cambiaron, era una escuela bien construida hasta con una casa para que los maestros/as la habitaran. Sin embargo, en ese lugar seguía habiendo niños/as que iban sin desayunar o sin bocado en el estómago al llegar a clase. "Se me fue haciendo costumbre convidarles, qué tanto era gastar un poco más en darles aunque fuera una galleta".

Marilú está a punto de jubilarse, menciona que le dolería mucho dejar la docencia. "Se nos critica, dicen que somos revoltosos, que somos flojos, que no queremos que se nos evalúe, nos tachan de muchas cosas. Hay que estar dentro de la enseñanza para que vean que los maestros y sobre todos los de las comunidades rurales o zonas marginadas no la tenemos fácil".

Por azares del destino, le tocó llegar a Uruapan, "en las faldas de uno de los cerros estaba la escuela que también era de palos y láminas, el piso de tierra y cuando llovía, como solía llover en Uruapan, se inundaba, no había forma de dar clase; los padres de familia ofrecían sus casas y ahí nos íbamos a enseñar". Así estuvo un año, hasta que donaron un terreno donde se construiría la escuela Francisco Villa, maestros/as, padres y madres de familia con unos árboles que les regalaron hicieron la escuela de madera, luego el gobierno los apoyó para una edificación en forma. "Ahora está bien, lo que no está bien es la pobreza de la que estamos rodeados. Los niños/as siguen llegando sin desayunar, sin comer y sin dinero".

La maestra Marilú en su salón tiene de todo tipo de material escolar: gomas, lápices, engrapadora, cartulina, con el fin de prestarles a quienes no llevan, por olvido o por falta de recursos, eso sí tiene la consigna de que al terminar la clase se lo deben regresar para quien lo pueda necesitar después. Aunque el gobierno del estado los apoya con un paquete escolar al inicio del ciclo, no les alcanza.

No es millonaria, ni le sobra el dinero, le gusta ser solidaria y apoyar a sus alumnos. El día del niño y diciembre lo disfrutan mucho, porque les da regalos, les hace rifas, les lleva comida, bebida, aguinaldos, los hace felices "aunque sea por un momento".

"Uno ve cosas que no se verían en otras escuelas y sobre todo en las privadas, por ejemplo, la pobreza, la falta de recursos para tratar las enfermedades de los chico/as, de las madres, de los padres, de cómo muchos niños/as inteligentes dejan la escuela para integrarse al trabajo infantil, de cómo maduran antes de tiempo por los problemas a los que se enfrentan, si su única preocupación debería ser el estudio.

"He visto cómo algunos de mis alumnos/as se han quedado solos/as, porque la madre murió de cáncer, o de alguna otra enfermedad, que no tienen más parientes o que si los tienen, no pueden hacerse cargo porque también tienen una situación difícil; o resulta que no saben quién es su padre, o porque si lo saben éste los/as abandono. He llorado con ellos y con ellas cuando han llegado golpeados/as, en eso sí creo que no hay diferencia con las escuelas privadas, porque la violencia familiar se da en todas partes, cuando han perdido a su único apoyo. Por ejemplo, el caso de mi alumno Mateo que su madre murió de cáncer en el riñón, su padre lo abandonó y ahora está al cuidado de su abuela que también tiene cáncer. La pobreza trae mucho sufrimiento y tristeza".

Marilú cuenta la historia de Alejandro, un alumno que la ha puesto a estudiar porque le hace cuestionamientos de ciencia y tecnología muy elevados. "Todo el día está preguntando, quiere ser científico, no tiene los recursos necesarios, pero si tuviera la instrucción que necesita y la atención de la que está ávido, sería un chico de excelencia, brillante y quizá un premio Nobel en potencia, pero últimamente ha faltado mucho a clases porque a su mamá no le alcanza lo que gana como trabajadora doméstica para la manutención de Alex y de su hermano";¿y su papá? Bien gracias, un "día fue por cigarros y ya no regresó". La maestra Marilú trató de conseguirle una beca, pero no lo logró: "Un niño más que se puede quedar en el camino, como le ha pasado a muchos de mis alumnos y alumnas que se van a trabajar a temprana edad y la educación queda en el historia de sus vidas como un lejano y borroso recuerdo de su más tierna infancia".

Yo he vivido con mi hermana Marilú parte de su desarrollo magisterial y sé que es una buena maestra, Me consta cómo pone empeño en sus alumnos/as. La he visto preparar su material y la comida para los chiquitines, los aguinaldos que les reparte en diciembre, de los que mis hijos también han disfrutado. He sido testigo de esa gran solidaridad que tiene con el necesitado, no se amilana para destinar parte de su sueldo en tratar de apoyar a quienes recurren a ella en busca de ayuda, me conmueve su tristeza por los que dejan el estudio y su alegría por aquellos que logran salir adelante en el ciclo escolar; me gusta la euforia con la que la saludan sus ex alumnos Si todos los docentes, lo fueran de corazón y vocación como Marilú, tal vez Alejandro correría con mejor suerte y lograría ser un gran científico a pesar de su pobreza.






Artículo al Azar



Escucha y piensa

Canciones para Reflexionar

TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. © Copyright, México MujeresNet.Info, Información con Perspectivas de Género y Feminista
| Diseño: Elsa Lever M. | RSS | NINGUN TEXTO PUEDE SER REPRODUCIDO SIN PERMISO EXPRESO DE MUJERESNET.INFO | ecoestadistica.com
| Aviso Legal | Política de Privacidad | Mapa del Sitio | Su publicidad | PageRank Checking Icon