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Sobre las amazonas o de la utopía feminista
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Foto: Brenda Ayala/MujeresNet

Por Amelia Arreguín Prado
Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la FCPyS-UNAM. Diplomada en feminismo "Los desafíos del Feminismo en América Latina" 2011, CEIICH-UNAM. Asistente de investigación para el Programa de Investigación Feminista del CEIICH-UNAM, y profesora adjunta de las asignaturas "Metodologías de la Investigación" e "Introducción a las Teorías de la Comunicación" en la FCPyS-UNAM; organizadora y participante de diversos eventos académicos.
Amelia Arreguín Prado habla sobre las amazonas y su supuesta naturaleza feminista, mito usado por el patriarcado junto con el hembrismo y el feminazismo para demostrar "lo horrible" que pueden resultar la autonomía de las mujeres y "la desgracia" si los hombres no gobiernan el mundo.
Hace unos días comenzó a circular en las redes una nota difundida por The Mirror acerca de una comunidad de amazonas ubicada en Brasil. Esas mujeres, todas jóvenes en edad reproductiva, aparecían públicamente para solicitar maridos. Pedían a hombres jóvenes que se casaran con ellas para procrear; al estilo del mito más ortodoxo sobre las amazonas. Estas mujeres habitan en una comunidad donde ellas realizan todas las labores y se gobiernan a sí mismas. Los varones solo pueden entrar durante los fines de semana, y el lunes deben viajar a la ciudad para trabajar.
En un principio, pensé en hacer una crítica sobre cómo los medios dieron tratamiento a esa nota y/o sobre el ejercicio de recepción que las y los usuarios de internet hicieron y los comentarios emitidos al respecto. Pero, al final me concentré en explicarme (y con suerte a alguien más) el mito de las amazonas y de su naturaleza (¿o no?) feminista.
La existencia de un amazonato no ha sido documentada históricamente sino solo literariamente. Desde la antropología se investiga acerca de la existencia primigenia de matriarcados. Y este es un terreno para pisar con cuidado porque el patriarcado- por medio de sus instituciones sociales- utiliza este argumento para señalar que si una sociedad dominada por mujeres existió y fue reemplazada por una sociedad donde los hombres tuvieran el control, señala la organicidad de éste mismo (Sau, 2000; Bachofen en Rich, 1978).
Bachofen, jurista alemán, señala que al considerar el carácter violento de una sociedad patriarcal en contra de las mujeres se muestra como obvia la respuesta de éstas de enfrentarlo y decidan tomar el poder mediante la fuerza; tal es el argumento básico de mito de las amazonas (en Rich, 1978). Pero, desde la crítica feminista, se observa cierta inconsistencia en este argumento.
Las amazonas son el argumento patriarcal enunciado para demostrar el carácter irracional que supone un mundo gobernado por mujeres. Éstas deben modificar su cuerpo para ejercer la violencia y así, renunciar a la reproducción de la especie, situación impensable para la lógica misógina. Además, las mujeres son formadas desde su niñez en la sumisión y la bondad, en reprimir sus pulsiones violentas, desde un enojo leve a la ira.
Junto al hembrismo y al feminazismo, las amazonas son un señuelo patriarcal, como lo nombra Carolina Egio (s.f) para mostrar lo horrible que puede resultar la autonomía de las mujeres; la desgracia que supone para la humanidad el hecho de que no sean los hombres quienes gobiernen.
"Las Amazonas son un señuelo cuando se activan como uno de los factores del binarismo patriarcal, cuando se descubren como la otra cara de la obligatoria moneda. Los relatos sobre mujeres guerreras forman parte de la lógica: mujeres agresoras = violentas = salvajes = caos = destrucción = dolor. Y a la vez significan la excepción en un sistema dual del que la regla son las mujeres débiles = mujeres víctimas = pacíficas = madres = civilización = orden = felicidad" (Egio, s.f).
En este punto, aparece una supuesta paradoja en el feminismo. Si el patriarcado nos quiere lindas y tiernas, la reacción lógica, sería demostrar que podemos lo contrario: capacitarnos y ejercer la violencia [1]. Pero, el feminismo no responde a tales embates. Se trata de crear nuestros propios marcos conceptuales, y no por eso significa abstraernos o renunciar a la realidad, sino crear realidades distintas. Transformar este mundo, pero en nuestros términos. No en lo que para el patriarcado significa el éxito o la felicidad. Construir un desorden en el respeto a todas las formas de vida sea el eje. Una existencia facilitada por el Feminismo Mundial Activado,
"una forma diferente de relacionarnos y sentirnos, es la nueva subjetividad, la sospecha de que el mundo está organizado desde una red de producción y agencia feminista. A pesar de los estados patriarcales y sus instituciones, de las empresas y sus intereses corporativos, y de los y las que utilizan la violencia para eliminar la agencia vital de los seres humanos. Ya conscientes de nuestra potencia, el Feminismo Mundial Activado actualiza un mundo repleto de seres-cómplices que reinventan y sostienen la vida humana" (Egio, s.f).
[1] Argumento distinto al Derecho al mal reflexionado por Amelia Valcárcel.
Fuentes
Egio Artal, Carolina (s.f) ¿El retorno de las amazonas? Documento en línea [ http://www.feministas.org/IMG/pdf/Amazonas_Egio.pdf ]
Rich, Adrienne (1978) Nacida de Mujer. Barcelona: Noguer.
Sendon de León, Victoria (1981) Sobre diosas, amazonas y vestales: Utopías para un feminismo radical. País: ZYX
Sau, Victoria (2000) Diccionario ideológico. Barcelona: Icaria