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Frases Feministas
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Llamado




Foto: Brenda Ayala/MujeresNet

Por Patricia Karina Vergara Sánchez
Lesbiana feminista. Docente, periodista, teatrera, performancera, poeta y contestataria de vocación.

Karina Vergara explica el significado y similitudes del acoso físico con el cibernético por protestar contra discursos heteropatriarcales, como el caso de Luisa Velázquez Herrera 'Menstruadora'; llama a las mujeres a no permitir que el miedo las paralice.

Ella va por la calle y un tipo la acosa, ella procura ignorarlo. Al día siguiente, el machito le dice cosas asquerosas. Ella lo ignora. En los siguientes días aparecen más acosadores por las calles. Ella a veces los confronta, a veces los insulta, la mayoría de las veces los ignora. Cuando habla con otras mujeres del tema, le responden más o menos: "Ignóralos, no les des el poder de interpelarte, es lo que todas hacemos". -Sin embargo, a veces, no recuerdan que no siempre basta con ignorarlos y que las palabras pueden pasar a tocamientos y otras violencias-. Ella trata de ignorarlos, no verlos, no escucharlos, como hacemos muchas. Un día reúne evidencia para mostrar el rostro de uno de los acosadores. Hombres y algunas mujeres le dicen: "No exageres", "qué ganas de llamar la atención", "ni que fueras la única", "pobre hombre, piensa en su familia"... El mensaje implícito y explícito es: "Te lo mereces por no quedarte callada, te lo mereces por insumisa, por atreverte a andar en la calle, por responder donde tantas guardan silencio", "Si todas aguantamos a estos agresores, tú también deberías aguantarlos y sin hacer tanto drama".

Ella continúa su vida cotidiana. Los acosadores continúan, impunes. Ahora se reúnen en grupos; ahora insultan en grupo. Alguna de las que me leen habrá pasado el miedo que implica ir por una calle y que un grupo de hombres te mire desde la sensación de poder que les da sentirse en fraternidad patriarcal. Basta que uno comience a decir alguna palabra o silbido a la mujer que va pasando en la calle para que, como pólvora, corran los silbidos, obscenidades y gestos que agreden.

Es inenarrable el miedo que se siente al tener que transitar por un espacio en donde la línea entre la violencia psicológica y verbal es muy delgada respecto a la violencia física. Ni siquiera se sabe con exactitud en qué momento o por qué razón o sin razón se rompe esa línea. Hacemos conjeturas: la calle más solitaria que en otras ocasiones, la oscuridad, el malhumor particular de un agresor... exactamente qué rompe la línea es muy difícil de saber y no es necesario de desafiar. El miedo la traspasa a una.

¿Qué se hace cuando el grupo de agresores comienza a gritar amenazas de feminicidio o de violación? ¿Qué harían si ven o escuchan cerca de ustedes una situación así? ¿Cómo nos toca, cómo nos implica, cómo es hacia cada mujer esta violencia, en particular hacía una? ¿ómo reaccionamos todas?

Cuando ese acoso descrito, no pasa en las calles, sino en las redes sociales no cambia su intensidad. Lo que cambia es el medio, pasamos de las calles a los canales electrónicos, pero la carga de misoginia, el odio, la violencia son muy similares, sólo que potenciadas por la posibilidad del anonimato.

Igualmente, los discursos del tipo: "Se lo merece por salir de noche, por ir vestida de tal manera, por...", se convierten en discursos que también culpabilizan con otros acentos: "Se lo merece por escribir lo que escribe, por tocar los temas que irritan, por no moderarse..." El patriarcado transparente en el discurso electrónico, ¡vaya!

En México, Menstruadora -Luisa Velázquez Herrera-, una activista que cuestiona desde un feminismo lésbico radical e incómodo para muchos y muchas al heteropatriarcado, está viviendo el ataque machista que la amenaza de feminicidio y de violación, los agresores dicen haber obtenido ya la dirección de su casa, difunden fotos de su rostro, buscan introducirse en los espacios electrónicos de las mujeres que le son cercanas. Puedo imaginar que el momento de acoso que vive Luisa es difícil y atemorizante y me solidarizo con ella completamente, pero, además, llamo a otras mujeres a solidarizarse, a observar que el acoso a Luisa es un acoso a cada una de las que tiene acceso a la palabra electrónica. Es necesario ver que cada mujer que transita, por el ciberespacio -nos guste o no un feminismo en particular- está siendo implicada en la violencia hacia Menstruadora; que las amenazas y la persecución, si logran silenciarla a ella, luego buscarán silenciar a otras.

Que el miedo no nos paralice, que no nos silencie. Por lo pronto, mi muro, mis blogs y mis espacios quedan abiertos a difundir lo que quieran subir a la red, Menstruadora y cualquier otra a la que intenten silenciar, y si tiran los espacios, abrimos unos nuevos. Yo no me canso.

Reaccionar ante el ciberacoso, también es Autodefensa feminista.

Acosadores: ¡Púdranse!

Menstruadora: No estás sola.






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