México, D.F. /MujeresNet.- El aborto voluntario en el Distrito Federal permite a las mujeres decidir libremente sobre su cuerpo y se presenta como una solución al conflicto que experimentan entre las ideas de maternidad y libertad sexual, sin embargo, se demuestra que hay más espacios y políticas a favor de la reproducción que de la sexualidad, aseveró el 20 de agosto de 2014 Ana Amuchástegui, profesora e investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) unidad Xochimilco.

Esto, en el marco de la primera sesión del seminario del Programa Interdisciplinario de Estudios de la Mujer (PIEM) de El Colegio de México, la investigación "El cuerpo en la experiencia del aborto legal: cuerpo sexual, cuerpo fértil y cuerpo de aborto", cuyo propósito fue conocer el efecto de la legalización del aborto en la experiencia corporal de las 18 mujeres entrevistadas.

La también doctora en filosofía por la Universidad de Londres indicó que la moral católica, las políticas de control poblacional y el movimiento feminista se disputan el dominio del cuerpo femenino, pero el aborto le da autonomía.

Por una parte, las políticas de planeación familiar no han dado a las mujeres el poder de decidir si quieren o no tener hijos, pero sí de elegir cuándo y cuántos; las entrevistadas de edades entre 18 y 25 años revelaron no haber usado métodos anticonceptivos y al saberse embarazadas en su discurso se disculpan ante la sociedad como si le hubieran fallado por no cumplir con su responsabilidad sobre la anticoncepción, es ahí donde las políticas se imponen, indicó la académica.

Mientras que la moral católica al culpabilizarlas, castigarlas, tomarlas como vientres gestantes y seres incapaces de decidir sobre su cuerpo, las somete en un dilema: ¿qué resulta más amenazante: disfrutar intencionalmente el sexo no reproductivo o arriesgarse a un embarazo?, las entrevistadas consideraron más respetable ser una madre potencial que ser o sentirse estigmatizada por "putas realizadas", comentó Amuchástegui.

Resaltó que en México faltan políticas públicas sobre la autonomía sexual femenina que reconozcan su derecho al placer sin que implique un embarazo y la maternidad.

Esta investigación realizada a mujeres con estudios de nivel medio superior, superior y empleadas, develó otra disyuntiva a nivel emocional que experimentan: ven la concepción y la maternidad de manera independiente, quieren saberse fértiles pero no desean ser madres. Según la profesora de la UAM Xochimilco, el embarazo se vive como un "acto fallido": las mujeres tienen la intención consciente de no procrear pero su cuerpo se impuso a ellas al quedar preñado. El aborto aparece entonces como corrector y les regresa el control de su vida que el cuerpo les había quitado.

Ana Amuchástegui halló diversas causas por las que las mujeres recurren al aborto, cuyas decisiones se ven influenciadas por otra persona, sobre todo la pareja, ellas consideran que el embarazo complicaría el matrimonio, el noviazgo o la unión libre, la académica señala que esto es una muestra de la influencia del amor romántico. Por otra parte, si las mujeres presentan apego a la idea de la maternidad, el aborto les provoca efectos emocionales dolorosos.

Encontró también una diferencia significativa entre las mujeres solteras y las casadas o en concubinato, las primeras dijeron que lo hacían porque se sentían incapaces de asumir la responsabilidad de criar un hijo y primaron su proyecto de vida; las últimas argumentaron que el embarazo complicaría la relación familiar por depender económicamente de un hombre, además del desgaste que implican la crianza y las labores domésticas.

Concluyó que la experiencia de la interrupción legal del embarazo, aprobada en abril de 2007 en el DF, es un avance histórico porque reconoce social e institucionalmente a las mujeres como ciudadanas ecuánimes e iguales, porque el Estado les ofrece los elementos médicos para abortar y permite contrarrestar el discurso de la moral católica; al mismo tiempo convierte a las instituciones médicas en aliadas de las mujeres al instruirlas sobre cómo tomar el medicamento abortivo y qué síntomas presentarán.